Cartas al director

Elogio de Felipe González

Término de oír el discurso con que Felipe González ha clausurado el congreso socialista.Creo que pocas veces se podrá oír a un político hablar con el corazón como hoy lo ha hecho él.

Al final de sus palabras indicaba cómo Rubial te había dicho en la última conversación con él «las heridas sufridas en la construcción del socialismo, una vez que cicatrizan, hacen más fuertes a los hombres que las reciben, para continuar»

En ese momento me ha venido a la memoria otra conversación que mantuvieron Unamuno y Marañón, en la que el primero decía: «Al buen liberal se le conoce porque es z...

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Término de oír el discurso con que Felipe González ha clausurado el congreso socialista.Creo que pocas veces se podrá oír a un político hablar con el corazón como hoy lo ha hecho él.

Al final de sus palabras indicaba cómo Rubial te había dicho en la última conversación con él «las heridas sufridas en la construcción del socialismo, una vez que cicatrizan, hacen más fuertes a los hombres que las reciben, para continuar»

En ese momento me ha venido a la memoria otra conversación que mantuvieron Unamuno y Marañón, en la que el primero decía: «Al buen liberal se le conoce porque es zaherido de uno y de otro lado.»

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Y es que, buscar la justicia desde un campo en donde se justifica «una justicia» para cometer injusticias, sólo conduce al abatimiento.

Ha recibido una gran herida moral. Por haber querido ser progresista, por haber querido actuael socialismo español, transformarlo.

Nada que no se renueve vive. Y él desea que el socialismo viva. Un socialismo justo, equilibrado y actual.

Felipe González ha querido suprimir la palabra marxista, porque sabe muy bien que hay una gran parte de españoles que sintiéndose socialistas no se integran ni apoyan al partido, porque el marxismo está más cerca del comunismo dictatorial y maquiavélico que de la democracia socialista. Otros tantos españoles se sienten molestos, sientiéndose socialistas sinceros, por el nombre trasnochado de Partido Socialista Obrero Español, como si aquel que no es obrero no pudiera ser socialista; por tener que levantar el puño, al igual que los comunistas; por tener que seguir una bandera roja, igual que los comunistas.

Sin ninguno de estos signos, con un sencillo «Partido Socialista Español», los miles y miles de españoles indecisos que no han acudido a las urnas las abarrotarían.

Desde mi posición de liberal no militante, pues pienso que ningún liberal que se estime de tal debe seguir los dictados de un partido, lo que no es óbice para trabajar y apoyar a quienes trabajan por una España mejor, que sea respetada tanto por los de dentro como por los de fuera de nuestras fronteras. Desde esta posición, mi aplauso a Felipe González.

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