El tren es el medio de transporte con menor consumo energético por persona

Una política energética global tendente a conseguir reducciones en los consumos mediante la potenciación de investigaciones de fuentes alternativas, la concesión de créditos a aquellas industrias que apliquen en sus procesos técnicas que conlleven menor consumo y la concienciación del ciudadano de la idea del ahorro energético son las principales de un estudio sobre consumo de los medios de transporte, realizado por el Banco Central.El estudio, que se remite al Informe Merlín, elaborado en Francia a finales de 1976, incide en que los transportes colectivos terrestres son los que menor cantidad...

Una política energética global tendente a conseguir reducciones en los consumos mediante la potenciación de investigaciones de fuentes alternativas, la concesión de créditos a aquellas industrias que apliquen en sus procesos técnicas que conlleven menor consumo y la concienciación del ciudadano de la idea del ahorro energético son las principales de un estudio sobre consumo de los medios de transporte, realizado por el Banco Central.El estudio, que se remite al Informe Merlín, elaborado en Francia a finales de 1976, incide en que los transportes colectivos terrestres son los que menor cantidad de energía requieren. Un avión subsónico necesita de 55 a 120 gramos equivalentes de petróleo por viajero y kilómetro, mientras que un coche privado requiere de veinticinco a cuarenta, y el tren expreso, de trece a quince.

En el tema del transporte en zona urbana, el estudio apunta la necesidad de dotar a los alrededores de las aglomeraciones urbanas de medios rápidos y cómodos de transporte colectivo. Y señala que mientras el coche necesita de sesenta a setenta gramos equivalentes de petróleo por viajero y kilómetro, el Metro sólo requiere de veinte a treinta, el tren de cercanías, dieciocho; el autobús, de dieciséis a veinte; el tranvía, dieciséis, y la motocicleta, veinticinco.

Para el transporte terrestre de mercancías, el estudio incide en la economía del ferrocarril, que consume en torno al 28% del gasto de un camión y escasamente el 5% de una camioneta, al tiempo que destaca la falta de competencia para los oleoductos, que utilizan de uno a seis gramos equivalentes de petróleo por tonelada y kilómetro.