Margaret Thatcher nombra un Gabinete a su medida

En su primer día como primera ministra de Gran Bretaña, Margaret Thatcher nombró ayer a su primer Gabinete, que, compuesto por veintidós miembros -ninguno de ellos mujer-, representa un cuidadoso balance entre las facciones derechistas y moderada del Partido Conservador. La ausencia del ex líder Edward Heath, políticamente moderado y que aspiraba al Foreign Office, parece inclinar, sin embargo, el carácter del Gobierno algo más hacia la derecha.El dato más característico del nuevo Gobierno británico es el reflejo que éste representa de sujefe y de sus predicciones electorales de cómo sería una...

En su primer día como primera ministra de Gran Bretaña, Margaret Thatcher nombró ayer a su primer Gabinete, que, compuesto por veintidós miembros -ninguno de ellos mujer-, representa un cuidadoso balance entre las facciones derechistas y moderada del Partido Conservador. La ausencia del ex líder Edward Heath, políticamente moderado y que aspiraba al Foreign Office, parece inclinar, sin embargo, el carácter del Gobierno algo más hacia la derecha.El dato más característico del nuevo Gobierno británico es el reflejo que éste representa de sujefe y de sus predicciones electorales de cómo sería una vez puestos sus pies en el número diez de Downing Street. En este sentido, la exclusión de Heath parece responder a las palabras de la señora Thatcher de hace unos días, cuando afirmó que «no perdería el tiempo con discusiones internas de partido».

La nueva primera ministra de Gran Bretaña decidió los cuatro puestos más importantes de su Gabinete para hombres que durante los últimos cuatro años de oposición han sido, con ella, los animadores del Gabinete en la sombra y responsables directos del partido.

Así, Lord Carrington, de 59 años, fue designado secretario de Asuntos Exteriores; William Whitelaw, de sesenta, viceprimer ministro y secretario del Interior; Sir Geoffrey Howe, de 52, secretario del Exchequer, o ministro de Finanzas, y Francis Pyrn, de 47, secretario de Defensa.

La selección de Lord Carrington como secretario del Foreign Office reviste una importancia inusitada dentro del nuevo curso en la política exterior que adoptará el Gobierno conservador. Experto en temas extranjeros, Lord Carrington defiende tesis muy parecidas a las de su predecesor, David Owen, sobre los temas más conflictivos para Londres en la esfera internacional. En este sentido es poco probable, a menos que la personalidad de la primera ministra prime sobre su secretario, que se produzca el esperado cambio de la política. británica sobre Rodesia.

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