Los dos partidos de izquierda quieren rescatar competencias a la Administración central

Socialistas y comunistas, en sus respectivas exposiciones políticas, declararon su intención de que el pacto entre ambos asegure una política de izquierdas en la Diputación «estable y profunda», así como las coincidencias de sus respectivos programas y la insuficiente actuación de las anteriores corporaciones.

Estuvieron de acuerdo también en que la Diputación debe rescatar toda una señe de competencias a la Administración central. Enrique Castellanos, portavoz del grupo ucedísta, defendió la labor realizada hasta entonces y calificó como «osadía o inocencia» la consecución del pacto de...

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Socialistas y comunistas, en sus respectivas exposiciones políticas, declararon su intención de que el pacto entre ambos asegure una política de izquierdas en la Diputación «estable y profunda», así como las coincidencias de sus respectivos programas y la insuficiente actuación de las anteriores corporaciones.

Estuvieron de acuerdo también en que la Diputación debe rescatar toda una señe de competencias a la Administración central. Enrique Castellanos, portavoz del grupo ucedísta, defendió la labor realizada hasta entonces y calificó como «osadía o inocencia» la consecución del pacto de izquierdas.Luis Larroque, comunista, se congratuló de la democratización del organismo, aunque resaltó las deficiencias de la ley Electoral, que han impedido la proclamación como diputados de algunos hombres de las candidaturas independientes y discrimina el reparto proporcional de cargos en la comisión de gobierno. A pesar de ello, la mayoría de izquierdas asegurará una política de cambios profundos, dijo, y añadió que la Diputación tendrá que jugar un papel importante en el debate de la cuestión autonómica de Madrid, la conexión de los ayuntamientos con el movimiento ciudadano y sindical y el rescate de muchos campos de trabajo que hoy dependen de la Administración central.

César Cimadevilla, por el PSOE, declaró la posición de su partido, favorable a la integración de Madrid en Castilla-La Mancha, y señaló la paradoja de que las mismas competencias que ahora dependen de cada gobierno de las regiones autónomas en Madrid sigan en manos de los ministerios centrales. Prometió que su grupo trabajaría por corregir las diferencias entre zonas deprimidas y urbanas de la provincia, y la necesidad le recabar esas competencias, como ,forma de acercar los órganos ole decisión al pueblo.

Por último, Enrique Castellanos (UCD), estimó que los discursas anteriores mostraban una cierta ignorancia en cuanto a las actividades realizadas por la anterior corporación, a la que calificó de ejemplar en muchos de sus aspectos. Se mostró partidario de la autonomía de Madrid y desarrolló ampliamente los aspectos a realizar que él considera más urgentes. Resaltó que UCD era mayoría en la Diputación y calificó el momento como histórico, ya que era la primera vez que personas con opciones políticas diferentes se sentaban allí a trabajar juntas. «Se nos ha conducido a una posición que será constructiva y no obstruccionista -añadío-, siempre que no se metan por medio intereses bastardos de partido.»

Antes de terminar el pleno, Carlos Revilla pronunció un primer discurso, en el que dijo que «hay que garantizar que ayuntamientos y diputaciones estén al servicio del pueblo, y no al revés. Sin osadía ni inocencias -devolvió así la pelota a la alusión de Enrique Castellanos-, deseamos ayudar a la consecución de la autonomía y recobrar la personalidad de Madrid así como defender los derechos y libertades individuales de todos los madrileños».

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