La alcaldía, de Sevilla, único obstáculo para la unidad de la izquierda, en Andalucía

La alcaldía de Sevilla, que se disputan PSOE y PSA, se ha convertido en el único obstáculo importante para la materialización de la unidad de la izquierda en Andalucía y la consecución de alcaldes en todas las capitales de provincia y municipios importantes de la región. Representantes al máximo nivel de ambos partidos y del PCE se reunirán esta tarde para tratar de llegar a un acuerdo definitivo.

El domingo, en el transcurso de una maratoniana sesión, los tres partidos acordaron apoyarse mutuamente en quince localidades de la región, de forma que fuese elegido alcalde el número uno de ...

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La alcaldía de Sevilla, que se disputan PSOE y PSA, se ha convertido en el único obstáculo importante para la materialización de la unidad de la izquierda en Andalucía y la consecución de alcaldes en todas las capitales de provincia y municipios importantes de la región. Representantes al máximo nivel de ambos partidos y del PCE se reunirán esta tarde para tratar de llegar a un acuerdo definitivo.

El domingo, en el transcurso de una maratoniana sesión, los tres partidos acordaron apoyarse mutuamente en quince localidades de la región, de forma que fuese elegido alcalde el número uno de la lista más votada. El PSOE obtuvo, de esta manera, siete nuevas alcaldías -entre ellas, las de Rota, Puente Genil y Marchena-; el PSA, seis (San Fernando, Ronda y Moriles, entre otras), y el PCE, dos (Puerto de Santa María y Nerja).El pacto, por lo que se refiere a estos municipios, incluye el compromiso de las partes de actuar de forma que resulten designados primero y segundo tenientes de alcalde concejales que pertenezcan alas fuerzas políticas firmantes, según el número de votos obtenidos.

Con respecto a otros pueblos, no capitales de provincia y no incluidos entre estos quince (se destaca en este apartado el caso de Jerez de la Frontera, donde los andalucistas han logrado la mayoría relativa), los negociadores decidieron que se pacte cada caso concreto a nivel local. Subrayaron, no obstante, que «ninguna de las partes podrá tener una actitud de la que se derive que acceda a una de esas alcaldías de municipios no capitales de provincias una lista distinta de la que, entre las partes firmantes, haya obtenido más votos.»

Como queda dicho, fue en torno al Ayuntamiento de Sevilla y a la persona que habrá de ocupar el sillón de alcalde en donde se produjo el desacuerdo. Socialistas y andalucistas, con ocho concejales electos cada uno, se consideran legitimados para optar al cargo y la, reuníón dominical hubo de ser suspendida sin que se aproximasen las posiciones.

La lucha por Sevilla, condicionante de la configuración de los ayuntamientos de todas las ciudades importantes de la región, era ayer tarde la gran incógnita política de Andalucía. Para el PSA, la alcaldía sevillana supondría un espaldarazo definitivo en la capital más o menos reconocida de la patria andaluza y un cargo de indudable relieve político en manos del número dos del partido, el abogado Luis Uruñuela. El propio Alejandro Rojas Marcos manifestaba que el PSA no acepta el principio acordado por PSOE y PCE, de apoyar a la lista más votada, ya que ello equivaldría, en realidad, a votar siempre a los socialistas. «Estamos dispuestos a todo por conseguir Sevilla», concluyó.

Por su parte, José Rodríguez de la Borbolla, secretario regional del PSOE, declaró a EL PAIS que «el alcalde de Sevilla debe ser del PSOE porque esto supondría el máximo respeto a la voluntad popular», y recordó que su partido logró en la capital unos 3.000 votos más que el PSA-Partido Andaluz. El señor Rodríguez de la Borbolla añadió que las compensaciones por este apoyo municipal podrían negociarse a otro nivel, citando como ejemplo la composición del pleno y del consejo permanente de la Junta de Andalucía.

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Finalmente, Fernando Soto, secretario general del PCE andaluz, tras mostrar su satisfacción por el acuerdo «que abre la posibilidad de corregir el rumbo derechista del Gobierno de UCD», ratificó a este periódico que su partido estaba a favor de respetar el principio del apoyo a la lista más votada, pero que en estas negociaciones debía imperar el sentido de la transacción y que «los comunistas estamos dispuestos a ceder en el caso de Sevilla si de ello depende el éxito de la operación y si, a cambio, se aprueban programas de actuación municipal unitaria».

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