Mañana se inicia una huelga de la hostelería malagueña

Mañana, Domingo de Ramos, se iniciará una huelga en el sector de hostelería de Málaga y en la Costa del Sol, que se prolongará durante toda la Semana Santa. A pesar de haberse dictado el laudo de obligado cumplimiento, que representa un aumento del 14% sobre los sueldos actuales, los trabajadores han insistido en la convocatoria de huelga por considerar que el aumento no cubre sus necesidades.

«Nosotros queremos un salario mínimo entre las 29.000 y las 30.000 pesetas -declaró ayer a EL PAIS Gloria Fernández, líder del sindicato de hostelería de CCOO-, y los patrones sólo ofrecen 27.000....

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Mañana, Domingo de Ramos, se iniciará una huelga en el sector de hostelería de Málaga y en la Costa del Sol, que se prolongará durante toda la Semana Santa. A pesar de haberse dictado el laudo de obligado cumplimiento, que representa un aumento del 14% sobre los sueldos actuales, los trabajadores han insistido en la convocatoria de huelga por considerar que el aumento no cubre sus necesidades.

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«Nosotros queremos un salario mínimo entre las 29.000 y las 30.000 pesetas -declaró ayer a EL PAIS Gloria Fernández, líder del sindicato de hostelería de CCOO-, y los patrones sólo ofrecen 27.000. Ante su postura no tenemos más remedio que emplear el arma de la huelga.» Esta decisión fue ratificada por unos 3.000 trabajadores reunidos en asamblea en Arroyo de la Miel No obstante, los trabajadores de algunos hoteles han decidido en asamblea no secundar el llamamiento.Hasta ayer no había habido el menor contacto entre ambas partes para tratar de llegar a un acuerdo de última hora que evite una huelga que, sin lugar a dudas, acarreará serios perjuicios a la Costa del Sol. La patronal ha empezado a mandar a los domicilios de los trabajadores unas cartas en las que invita á no secundar la llamada al paro y comunica que las empresas pondrán sanciones que pueden llegar hasta el despido definitivo de todos aquellos que se unan a la huelga. El envío de estas cartas fue denunciado por las centrales sindicales como una coacción por parte de las empresas. «No han entregado las cartas a los trabajadores, sino que las han enviado a sus domicilios en un intento de enfrentar a los trabajadores con sus propios familiares. »

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