La firma del convenio de FASA-Renault supone el triunfo de las centrales sobre el asambleísmo

Ayer se firmó en el domicilio social de la empresa el convenio colectivo de FASA-Renault, lo que, de hecho, supone el triunfo de las centrales sindicales sobre el asambleísmo. Tras el referéndum celebrado el pasado viernes, en el que los trabajadores decidieron aceptar la última oferta patronal propuesta por la empresa el 31 de enero, y retirada a raíz de la ruptura de negociaciones, la comisión negociadora se reunió en varias ocasiones para analizar la situación. Los trabajadores, a la vista de los resultados de la consulta, pidieron a FASA que mantuviera su propuesta. Después de varias horas...

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Ayer se firmó en el domicilio social de la empresa el convenio colectivo de FASA-Renault, lo que, de hecho, supone el triunfo de las centrales sindicales sobre el asambleísmo. Tras el referéndum celebrado el pasado viernes, en el que los trabajadores decidieron aceptar la última oferta patronal propuesta por la empresa el 31 de enero, y retirada a raíz de la ruptura de negociaciones, la comisión negociadora se reunió en varias ocasiones para analizar la situación. Los trabajadores, a la vista de los resultados de la consulta, pidieron a FASA que mantuviera su propuesta. Después de varias horas de reuniones, en la mañana de ayer ambas partes llegaron a un acuerdo definitivo.La firma del pacto será notificada a la Dirección General de Trabajo, ya que los representantes de los trabajadores habían solicitado hace varios días conflicto colectivo previo al dictamen del laudo de obligado cumplimiento.

El acuerdo pone fin a unas conversaciones iniciadas en noviembre y a un largo conflicto que tuvo amplía repercusión en Valladolid. Las factorías fueron cerradas en dos ocasiones, y grupos de trabajadores provocaron durante varios días alteraciones de orden público. Finalmente, y tras un referéndum convocado por la empresa, volvió la normalidad a las naves el 12 de febrero, pero el convenio colectivo seguía sin resolverse. La empresa programó una nueva consulta para ver si se aceptaba su oferta, pero los resultados fueron rechazados por las centrales sindicales.

Cuando parecía que la única salida viable era el laudo, dado que la empresa había retirado su propuesta y los trabajadores habían solicitado conflicto colectivo, tuvo lugar un nuevo referéndum, éste convocado por la comisión negociadora de los trabajadores, que dio la victoria a los partidarios de aceptar la oferta patronal.

La firma del convenio equivale también a un triunfo parcial de los partidarios del sindicalismo organizado en centrales sobre. los grupos asamblearios, que buscaban el laudo como demostración de la incapacidad negociadora de la comisión.

El convenio, que afecta a 21.000 trabajadores de las factorías de Valladolid, Sevilla y Palencia y del centro comercial de Madrid, contempla un incremento del 13 % sobre la masa salarial bruta, un día más de vacaciones por quinquenio de permanencia en la empresa, cien por cien de sueldo a partir del tercer mes de enfermedad y otras cláusulas relativas a ascensos, facilidades para la compra de coches, seguros de vida y enfermedad.

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