El esqueleto del viejo Madrid.
Los madrileños emigran desde hace diez años, desde la concepción grandilocuente y vana de la ciudad dormitorio. Los madrileños emigran a diez, quince, kilómetros de donde nacieron y vivieron sus primeros años, antes de casarse. El antiguo Madrid se derrumba sin que nadie intente recuperar la arquitectura popular y el sabor de los barrios que renuncian al estereotipo de cemento y aluminio. Madrid presenta hoy en muchos de sus antiguos barrios la imagen de un esqueleto carcomido al que nadie presta atención. No solo no se invierte en conservar, sino que se hace todo lo posible por dejar morir a ...
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Los madrileños emigran desde hace diez años, desde la concepción grandilocuente y vana de la ciudad dormitorio. Los madrileños emigran a diez, quince, kilómetros de donde nacieron y vivieron sus primeros años, antes de casarse. El antiguo Madrid se derrumba sin que nadie intente recuperar la arquitectura popular y el sabor de los barrios que renuncian al estereotipo de cemento y aluminio. Madrid presenta hoy en muchos de sus antiguos barrios la imagen de un esqueleto carcomido al que nadie presta atención. No solo no se invierte en conservar, sino que se hace todo lo posible por dejar morir a los viejos inmuebles, para plantar en sus ruinas grandes cantidades de cemento y aluminio, sintéticos y despersonalizados.