La Internacional de Trabajadores Metalúrgicos condena el terrorismo en España
El comité ejecutivo de la FITIM (Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica) concluyó ayer su reunión celebrada en Madrid durante los dos últimos días con la aprobación de resoluciones de condena al terrorismo en España y de apoyo a los trabajadores chilenos y argentinos en su lucha por los derechos sindicales.
En rueda de prensa posterior a la clausura de la reunión, el secretario general de la FITIM anunció que esta internacional denunciará al Gobierno español ante la OIT por incumplimiento de los convenios de libertad sindical firmados en Ginebra el pasado a...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El comité ejecutivo de la FITIM (Federación Internacional de Trabajadores de la Industria Metalúrgica) concluyó ayer su reunión celebrada en Madrid durante los dos últimos días con la aprobación de resoluciones de condena al terrorismo en España y de apoyo a los trabajadores chilenos y argentinos en su lucha por los derechos sindicales.
En rueda de prensa posterior a la clausura de la reunión, el secretario general de la FITIM anunció que esta internacional denunciará al Gobierno español ante la OIT por incumplimiento de los convenios de libertad sindical firmados en Ginebra el pasado año.Tanto el secretario general de la FITIM como su presidente, señores Rebhan y Loderer, respectivamente, afirmaron que en España todavía se está en proceso de consolidación democrática y que subsiste el problema de una legislación laboral y sindical adecuada al momento democrático.
El señor Rebhan afirmó que el Gobierno español es conservador y, consecuente mente, no hace una política favorable a los intereses de los sindicatos.
Por otra parte, ambos dirigentes sindicales se pronunciaron a favor de un sindicalismo autónomo, independiente de las distintas ideologías políticas, si bien explicaron que comprenden las dificultades unitarias que atraviesa el sindicalismo en los países de la Europa meridional. Asimismo, coincidieron en señalar que sería deseable una auténtica negociación en libertad del marco laboral exclusivamente entre las partes que lo conforman. No obstante, el señor Rebhan interrogó a los informadores sobre la existencia de algún país en el que, de hecho, se dé esta libertad, tanto por parte de la patronal como de las centrales sindicales.
Durante la reunión de la ejecutiva, se aprobaron cuatro resoluciones: expresar la solidaridad de la FITIM con los trabajadores metalúrgicos iranies que -según el documento- han hecho posible el fin de una tiranía política, mediante huelgas prolongadas y manifestaciones; condenar la actitud de los regímenes dictatoriales de Argentina y Chile y rechazar el terrorismo y la carrera armamentista.
La resolución referente al terrorismo señala que los terroristas políticos han asesinado en España, el pasado año, a más de un centenar de personas, y añade que los terroristas utilizan métodos profundamente antidemocráticos que niegan toda posibilidad de lograr el progreso social fundamental. Ni en España, ni en ninguna otra parte donde se practica hoy la llamada violencia revolucionaria -dice la resolución-, hay terroristas entre los trabajadores.
En la resolución que trata sobre la producción de armamentos se afirma en primer lugar que en 1976 se gastaron 80.000 millones de dólares en armamentos. El inventarlo total de armas con fines de defensa, a nivel mundial, alcanza las cifras de 124.000 tanques, 12.400 buques de guerra, 35.000 aviones de combate, 50.000 bombas atómicas almacenadas y 1.386 satélites militares lanzados en los últimos veinte años. En las investigaciones de material bélico se utilizan medio millón de científicos y 26.000 millones de dólares.
Sobre la postura de los trabajadores en la fabricación de armamentos -industria en la que trabajan 2,8 millones de metalúrgicos en todo el mundo-, el documento dice que la FITIM deplora la persistencia de la carrera de armamentos y el comercio internacional de armas, reclama la continuación de las negociaciones sobre desarme, pide que se prohiba la producción, empleo y venta de armas nucleares a otros países y reafirma su convicción de que la mejor manera de lograr la paz es suprimiendo la pobreza, la desigualdad, la explotación y la ignorancia en el mundo.