Ruptura definitiva en las negociaciones de FASA de Valladolid

El conflicto de FASA-Renault parece llegar definitivamente a su fin. Tras los incidentes, el cierre patronal y la posterior reapertura de las naves, la comisión negociadora se reunió en varias ocasiones para buscar una salida a la crisis. Sin embargo, ésta no llegó, ni el referéndum secreto convocado por la empresa sirvió para clarificar posturas, dado el alto grado de abstención de los trabajadores y la negativa de Comisiones Obreras y UGT a aceptar los resultados de la consulta.Bajo este clima de consufionismo se celebraron nuevas reuniones de la comisión negociadora, que tampoco aportaron n...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El conflicto de FASA-Renault parece llegar definitivamente a su fin. Tras los incidentes, el cierre patronal y la posterior reapertura de las naves, la comisión negociadora se reunió en varias ocasiones para buscar una salida a la crisis. Sin embargo, ésta no llegó, ni el referéndum secreto convocado por la empresa sirvió para clarificar posturas, dado el alto grado de abstención de los trabajadores y la negativa de Comisiones Obreras y UGT a aceptar los resultados de la consulta.Bajo este clima de consufionismo se celebraron nuevas reuniones de la comisión negociadora, que tampoco aportaron ninguna luz al conflicto. Sin embargo, y cuando habían rebrotado los paros en la sección de pintura de montaje-1, ahora en solidaridad con algunos obreros sancionados y que ya han concluido, la comisión deliberadora del convenio colectivo ha adoptado tina posición que parece zanjar el tema. Los representantes de los trabajadores han decidido rechazar la oferta de la empresa y solicitar conflicto colectivo, previo al laudo de la autoridad laboral.

Por su parte, la empresa, que entiende que han dejado de concurrir las circunstancias que inspiraron su oferta del 31 de enero, ha acordado retirar su propuesta. Ambas partes quedan, por tanto, a la espera del laudo, que puede significar, de alguna manera, un nuevo golpe para el sindicalismo organizado en FASA, ya que no firmar el convenio equivale para algunos sectores a un desprestigio de la comisión negociadora, integrada por las centrales sindicales.

En las asambleas celebradas durante la jornada de ayer en las diversas factorías de FASA, los trabajadores manifestaron su conformidad con el laudo, si bien este punto no está suficientemente claro, porque las votaciones se llevaron a cabo a mano alzada y con poca concurrencia de trabajadores.

Archivado En