Identificados los cadáveres de la Charada

Ismael Garrido, de veintitrés años; Julia Serrano, de veintiocho; José Faustino Saavedra, de 33, y su esposa Celia han sido identificados como las víctimas del incendio ocurrido el pasado jueves por la noche en la discoteca Charada. El matrimonio Saavedra ha sido el último en poder ser identificado, aunque se logró ayer por la mañana con la colaboración de familiares y compañeros de trabajo. El señor Saavedra era montador en los talleres del diario El Imparcial.

De entre los once heridos en el incendio hay tres personas en estado grave: Pilar González, de 48 años; Natividad Rojo, de 31,...

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Ismael Garrido, de veintitrés años; Julia Serrano, de veintiocho; José Faustino Saavedra, de 33, y su esposa Celia han sido identificados como las víctimas del incendio ocurrido el pasado jueves por la noche en la discoteca Charada. El matrimonio Saavedra ha sido el último en poder ser identificado, aunque se logró ayer por la mañana con la colaboración de familiares y compañeros de trabajo. El señor Saavedra era montador en los talleres del diario El Imparcial.

De entre los once heridos en el incendio hay tres personas en estado grave: Pilar González, de 48 años; Natividad Rojo, de 31, y Gonzalo Martín, de 31. El resto de los heridos, distribuidos en diferentes centros; hospitalarios, se hallan en estado menos grave y pronóstico reservado.Una nota hecha pública ayer por la policía informaba que se descarta totalmente la posibilidad de que el incendio lo provocara una explosión. Se cree que debió producirlo una colilla arrojada al suelo, que incendió la moqueta. La reconstrucción de los hechos, según las investigaciones de la policía, aunque no son definitivas, permite suponer que el fuego comenzó al prenderse una zona de la moqueta y que se propagó rápidamente por el hecho de que se abrieran dos puertas al mismo tiempo, la de acceso y la de emergencia. Esto produjo una corriente de aire y una entrada de oxígeno, que facilitó la combustión de la moqueta y el mobiliario.

Las personas que se encontraban en la sala buscaron la salida urgentemente antes de intentar sofocar las llamas con los extintores que había. Una de las entradas estaba completamente tapada por las llamas y el humo, por lo que todos los clientes se precipitaron hacia la otra puerta, la de acceso normal. Algunos, sin embargo, perecieron abrasados antes de poder alcanzar la salida. También se opina que, posiblemente, como consecuencia del humo denso y fuertemente tóxico que desprende la moqueta al incendiarse, alguno de los fallecidos cayera asfixiado antes de morir carbonizado.

Fuentes oficiales de la policía informaron ayer a EL PAÍS que, tras las primeras investigaciones, parece que la discoteca Charada disponía de todos los elementos y medidas de seguridad necesarios en un local de este tipo. Entre estas medidas de seguridad se encuentran la de disponer de puerta de emergencia, además de la de acceso, convenientemente señalizadas e iluminadas ambas, estar decorada con elementos incombustibles o, al menos, con elementos tratados con sustancias incombustibles, y disponer de un sistema de extinción rápido y eficaz. Todos estos requisitos los cumplía, al parecer, esta discoteca. El hecho de que la moqueta se incendiase tan rápidamente, a pesar de estar tratada con productos incombustibles, se debe a la sequedad del tejido y la impregnación de sustancias combustibles aunque, lo cierto, es que la corriente de aire entre las dos puertas precipitó la intensidad de las llamas.

Los servicios de inspección de la Junta de Espectáculos, encargada de vigilar sistemáticamente los servicios de seguridad de establecimientos públicos, están integrados por representantes de los bomberos, delegación de Sanidad y delegación de Industria, entre otros.

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