Polémica entre la Caja Rural y la Unión de Campesinos de León

La Unión de Campesinos Leoneses, que monopoliza los cargos directivos de la Cámara Provincial Agraria, ha acusado públicamente a la Caja Rural de presionar sobre los vocales y el presidente de aquélla para que uno de los acuerdos tomados por el pleno a finales de 1978, consistente en trasladar los fondos de la Cámara al Banco de Vizcaya, no se lleve a efecto. Según fuentes de la Unión de Campesinos, sindicato que logró desbancar a los «Independientes», próximos a UCD, durante las elecciones a las Cámaras Agrarias, la Caja Rural habría ofertado al presidente de la Cámara, Felipe Martínez Mo...

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La Unión de Campesinos Leoneses, que monopoliza los cargos directivos de la Cámara Provincial Agraria, ha acusado públicamente a la Caja Rural de presionar sobre los vocales y el presidente de aquélla para que uno de los acuerdos tomados por el pleno a finales de 1978, consistente en trasladar los fondos de la Cámara al Banco de Vizcaya, no se lleve a efecto. Según fuentes de la Unión de Campesinos, sindicato que logró desbancar a los «Independientes», próximos a UCD, durante las elecciones a las Cámaras Agrarias, la Caja Rural habría ofertado al presidente de la Cámara, Felipe Martínez Morán, ayuda de carácter «laboral» -dos puestos de trabajo para él y su mujer- y de otros tipos a través de terceras personas. Posteriormente, y según las mismas fuentes, la Caja inició una campaña de descrédito contra el señor Martínez Morán, difundiendo entre los campesinos una fotocopia de los gastos realizados por este último en concepto de dietas y desplazamientos.

La Caja Rural, por su parte, ha negado estos hechos, aunque reconoce que se envió un escrito a cada uno de los vocales de la Cámara para que reconsideraran el acuerdo de trasladar los fondos de la entidad (más de treinta millones de pesetas). Dichos fondos serán trasladados la próxima semana al Banco de Vizcaya, que ha ofrecido un interés anual del 11%, frente al 1% ofertado por la Caja, lo que supone tina diferencia de tres millones de pesetas anuales. Los enfrentamientos entre la Caja Rural y la UCL datan de las últimas elecciones a Cámaras Agrarias, en las que ambas rivalizaron entre sí presentando cada una sus propios candidatos. La UCL, integrada en las Uagas -Uniones de Agricultores y Ganaderos-, mantiene también una posición frente a la Administración y al partido del Gobierno tras vencer al «sindicato independiente» en las elecciones.

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