Juan Pablo II se mostró preocupado por el terrorismo
El papa Juan Pablo II, en una charla sin precedentes mantenida con los periodistas sobre el océano Atlántico, hizo patente las dudas sobre el socialismo y se mostró preocupado por la ola creciente de terrorismo.El terrorismo degrada la civilización, dijo el Pontífice polaco a los periodistas cuando viajaban a bordo del avión papal desde Roma a Santo Domingo. Todo el mundo vive con miedo, dijo, y añadió: «Cuando, como Papa, quise visitar una parroquia, me vi rodeado de muchos policías».
Dando a conocer su punto de vista personal sobre el mundo y sus problemas, directamente a la prensa po...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El papa Juan Pablo II, en una charla sin precedentes mantenida con los periodistas sobre el océano Atlántico, hizo patente las dudas sobre el socialismo y se mostró preocupado por la ola creciente de terrorismo.El terrorismo degrada la civilización, dijo el Pontífice polaco a los periodistas cuando viajaban a bordo del avión papal desde Roma a Santo Domingo. Todo el mundo vive con miedo, dijo, y añadió: «Cuando, como Papa, quise visitar una parroquia, me vi rodeado de muchos policías».
Dando a conocer su punto de vista personal sobre el mundo y sus problemas, directamente a la prensa por primera vez desde que fue elegido Papa, hizo un llamamiento para emplear todos los esfuerzos posibles y poder terminar con el terrorismo, «no para persuadir a la gente- sino para crear una vida más humana».
Se preguntó al Papa si el socialismo era la respuesta a los problemas económicos y sociales de Latinoamérica. Aludiendo, aparentemente, al socialismo de tipo comunista, el Papa dijo que el sistema debía ser estudiado y, sí se encontraba incompatible con la visión cristiana del hombre, no debía ser considerado como aceptable para la solución de los problemas sociales.
Juan Pablo II, a la sugerencia de que los Gobiernos socialistas podrían garantizar la plena libertad religiosa, respondió diciendo: «Las garantías deben ser contempladas después, no antes. Se puede hablar mucho y prometer muchas garantías, pero las garantías sólo se prueban en la práctica.»