Cartas al director

Etica evangélica

Las instituciones cristianas abajo firmantes, ante el clima de violencia desestabilizadora que vive el país, se ven precisadas, como ya hicieron otras veces en circunstancias históricas muy distintas, a tomar postura, a la luz de la ética evangélica, respecto a la grave crisis que padecemos y que corre el riesgo de hacer peligrar las libertades ciudadanas por las que el pueblo español luchó denonadamente y que aún no están plenamente conseguidas:1.º La vida humana es un derecho inalienable y nadie está autorizado a atentar contra él. Es inadmisible el asesinato como forma de lucha política y j...

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Las instituciones cristianas abajo firmantes, ante el clima de violencia desestabilizadora que vive el país, se ven precisadas, como ya hicieron otras veces en circunstancias históricas muy distintas, a tomar postura, a la luz de la ética evangélica, respecto a la grave crisis que padecemos y que corre el riesgo de hacer peligrar las libertades ciudadanas por las que el pueblo español luchó denonadamente y que aún no están plenamente conseguidas:1.º La vida humana es un derecho inalienable y nadie está autorizado a atentar contra él. Es inadmisible el asesinato como forma de lucha política y jamás podrá justificarse ni encubrirse tras supuestos ideológicos que, en el fondo, desprecian la voluntad popular, de la que mesiánícamente pretenden ser ejecutores.

Con la autoridad moral que nos confiere el haber estado a favor de la supresión de la pena de muerte en nuestro ordenamiento legal, rechazamos cualquier tipo de acciones que atenten contra la vida y la integridad física de las personas. Rechazamos asimismo la opresión institucional que el pueblo de Euskadi ha padecido en su más reciente historia. Pero encontramos que esta realidad no justifica el empleo de métodos violentos y crueles puestos en práctica por ETA (m).

En un sistema democrático, los ciudadanos tienen cauces para defenderse de las agresiones que pudieran sufrir en sus derechos.

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Todo tipo de terrorismo, hoy en España, atenta directamente contra el pueblo y sus legítimas aspiraciones, coIaborando objetivamente con los sectores más reaccionarios de nuestra sociedad.

2.º Queremos llamar la atención sobre la situación que viven los familiares de las FOP en Euskadi. Nada puede justificar la coacción moral de inocentes ni el clima de animadversión, cuando no de terror, creado a su alrededor. En este sentido, lamentamos la ambigüedad de la Iglesia católica vasca, que no ha hecho oír suficientemente su voz en un problema que desenmascarará la actitud, a menudo racista, de ETA(m) y de los grupos que la apoyan.

3.º Lamentamos también la intervención de algunos sacerdotes con actitudes públicas que distan mucho de buscar la «pacificación de espíritus».

4.º Quisiéramos solicitar del Gobierno la máxima responsabilidad en un problema que nunca debiera resolverse con métodos represivos ni devolviendo violencia por violencia. La actuación de las FOP en Euskadi es, a veces, indiscriminada, y determinadas actuaciones tampoco pueden justificarse como meras respuestas a la provocación o al clima ciudadano que se ven obligadas a soportar.

5.º Confiamos, por último, en que el pueblo vasco sabrá hallar los caminos para, aislado, el terrorismo, alcanzar la paz en convivencia solidaria con el resto de los pueblos de España.

Comunidades de Vida Cristiana FECUM - Buen Consejo.

Vanguardia Obrera Ju veniL Vanguardia Obrera SociaL CEMI.

Instituto Fe y Secularidad,

Confederación Nacional de Grupos de Vida Cristiana.

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