Cartas al director

Contra el café

Existen ciertos tóxicos que lamentablemente su uso está muy generalizado en la sociedad. Aunque todos sabemos de sobra que son perjudiciales para nuestra salud.Solemos empezar a ingerirlos por el simple hecho de la imitación y porque de la mayoría no está censurado su uso. Ejemplos de estos tóxicos son: el tabaco, las drogas o estupefacientes, el alcohol y el café.

Todas estas sustancias son nocivas y producen toxicomanías que dañan tanto la salud del cuerpo como la de la mente.

El café es un ejemplo evidente de hábito nocivo, por su contenido de cafeína, que es una droga alcaloi...

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Existen ciertos tóxicos que lamentablemente su uso está muy generalizado en la sociedad. Aunque todos sabemos de sobra que son perjudiciales para nuestra salud.Solemos empezar a ingerirlos por el simple hecho de la imitación y porque de la mayoría no está censurado su uso. Ejemplos de estos tóxicos son: el tabaco, las drogas o estupefacientes, el alcohol y el café.

Todas estas sustancias son nocivas y producen toxicomanías que dañan tanto la salud del cuerpo como la de la mente.

El café es un ejemplo evidente de hábito nocivo, por su contenido de cafeína, que es una droga alcaloidea dotada de acción excitante sobre el sistema nervioso central y sobre el tejido muscular. Todas las bebidas que contienen cafeína son dañinas como ciertas clases de te, mate, café, coca-cola, etcétera.

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En pequeñas cantidades estas bebidas perjudican poco, pero lo desagradable es que crean hábito maligno, como consecuencia del alcaloide que contienen. Prueba de ello es el café, con su apetencia morbosa que despierta en quienes lo usan habitualmente.

Es una toxicomanía tomarlo asiduamente, llamada cafeinismo o intoxicación habitual por el café.

Las consecuencias del abuso del café en nuestro cuerpo son: modifica el ritmo cardíaco, eleva la presión arterial, aumenta la producción de ácido en el estómago, por lo cual su uso constante favorece el desarrollo de úlceras, etcétera.

Por esta razón, el café está contraindicado en las personas nerviosas, o que padecen trastornos gástricos o cardíacos. Especialmente no debieran de ingerirlo los niños, pues los vuelve irritables y les produce insomnio. Pero en, todas las edades, la serenidad mental y el equilibrio nervioso, tan esenciales para la salud, se verán favorecidos por la supresión total del café, que recompensará con creces el esfuerzo realizado para dejar su uso.

Por las razones enumeradas anteríormente es conveniente que sea prescindido el café, por bebidas parecidas, pero beneficiosas como: la achicoria, malta, manzanilla, etcétera.

Si verdaderamente si se deja el hábito de tomar tóxicos, se tendrá mejor salud mental y física y por consiguiente mayor felicidad.

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