Cartas al director

Catástrofes evitables

El trágico accidente ocurrido días pasados en Salamanca, en el que perdieron la vida un número considerable de niños que viajaban en un autobús escolar, es como para clamar por una mayor eficacia y dinamismo de nuestras autoridades, que «adoptan» medidas cuando han ocurrido los siniestros, las catástrofes, y a veces ni eso, pues como tantas cosas que se han prometido solucionar, una de ellas ha sido la eliminación de los pasos a nivel, tan numerosos en nuestra geografía.No sé, como tantos españoles, ¿hasta cuándo van a durar los abandonos?, que producen únicamente indignación y lágrimas; aband...

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El trágico accidente ocurrido días pasados en Salamanca, en el que perdieron la vida un número considerable de niños que viajaban en un autobús escolar, es como para clamar por una mayor eficacia y dinamismo de nuestras autoridades, que «adoptan» medidas cuando han ocurrido los siniestros, las catástrofes, y a veces ni eso, pues como tantas cosas que se han prometido solucionar, una de ellas ha sido la eliminación de los pasos a nivel, tan numerosos en nuestra geografía.No sé, como tantos españoles, ¿hasta cuándo van a durar los abandonos?, que producen únicamente indignación y lágrimas; abandonos que abarcan todas las actividades del vivir cotidiano, requiriéndose un mínimo de seguridades, protección escrupulosa de cuantos medios o servicios son utilizados por el ciudadano, por el paciente contribuyente, que es el que sufre siempre las consecuencias.

Ahora, cuando ha ocurrido este suceso, es como tantas veces, cuando parece que se van a tomar cartas en el asunto, cuando muchos padres han perdido a sus hijos, cuando las escuelas han quedado sin alumnos y los pueblos sin niños.

Recuerdo en mi memoria infinidad de casos como el de Salamanca, y que se pueden tomar de ejemplo: hundimiento de una finca de la calle de Fuencarral de Madrid, explosión de una planta embotelladora de gas butano en Utebo (Zaragoza), incendio y explosión de un tren cisterna en la estación de Ciudad Real, explosión de un camión cargado de gas propileno sobre el camping de Los Alfaques, etcétera; acontecimientos que hicieron moverse a las autoridades y a ejercer medidas conducentes a evitar en lo sucesivo tragedias como las mencionadas, pero tarde, demasiado tarde, ya cuando han ocurrido, y es que no cabe duda, vivirios en el país de la improvisación, de la chapuza institucionalizada y del ya se hará.

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