Más de noventa árbitros castellanos desertaron esta temporada

Más de noventa colegiados de la zona castellana han desertado desde que comenzó esta temporada. Se han marchado hartos de sufrir una semana sí y otra también, agresiones verbales y, lo que es peor, físicas. El problema, un ejemplo más de lo que lamentablemente sucede en todas las zonas del país, se agrava por el hecho de que semanalmente deben suspenderse en las categorías regionales castellanas una gran cantidad de encuentros por inco mparecencias arbitrales. El número de partidos supera con creces al de árbitros disponibles.En la actual temporada futbolística el tema de las agresiones a los ...

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Más de noventa colegiados de la zona castellana han desertado desde que comenzó esta temporada. Se han marchado hartos de sufrir una semana sí y otra también, agresiones verbales y, lo que es peor, físicas. El problema, un ejemplo más de lo que lamentablemente sucede en todas las zonas del país, se agrava por el hecho de que semanalmente deben suspenderse en las categorías regionales castellanas una gran cantidad de encuentros por inco mparecencias arbitrales. El número de partidos supera con creces al de árbitros disponibles.En la actual temporada futbolística el tema de las agresiones a los árbitros está alcanzando cotas increíbles de violencia. El problema, ya de por sí lo suficientemente grave en las máximas divisiones del fútbol español, es mucho mayor en las categorías modestas, donde la protección es inferior. En el Colegio Castellano de Arbitros se apunta que la media de agresiones semanales ha llegado ya a acercarse a las diez. No extraña, por ello, que un buen número de colegiados, la mayoría jóvenes y con evidente porvenir, abandonen y sacrifiquen su posible vocación en aras de la seguridad personal. No compensa, desde luego, exponerse a las brutalidades de determinados energúmenos por unas pesetas.

Un árbitro que dirige encuentros juveniles cobra 330 pesetas. Desde, ahí, el baremo económico es el siguiente: 811 para partidos de Tercera Regional, 1.024 los de Tercera Regional Preferente, 1.352 los de Segunda Regional; en Primera Regional la cantidad estipulada ya para el trío arbitral es de 3.536, de las que los jueces de línea perciben quinientas, y en Primera Preferente es de 4.048, de las que 1.380 son para los auxiliares. Y todo ello con un 20% que deben suprimir para sufragar los gastos del Colegio.

Después de esas noventa deserciones, el Colegio castellano dispone solamente de 356 árbitros, lo que plantea un buen número de conflictos, ya que el número de encuentros que se necesitan dirigir superan los setecientos. Semanalmente deben suspenderse muchos de estos partidos. En la última semana se acercaron a los cuarenta, y el total desde que se inició la temporada se acerca a los cuatrocientos.

El problema es tan complejo que puede decirse que Castilla busca con urgencia nuevos árbitros. Hasta hace poco era necesario dar oportunidades a chicos quellegaban al Colegio y que sólo contaban con veinte o veinticinco días para conocer el reglamento en toda su amplitud. Ahora las perspectivas son todavía peores. Se han iniciado una serie de cursillos para promocionar y captar nuevas promociones, pero son pocos los que acuden. En el primero de estos cursillos sólo dieciocho.

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