Tribuna:

Una de policías y ladrones

La nota oficial diaria de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en la que se dan parte de algunos de los hechos delictivos de la jornada anterior, así como de otras diligencias policiales, suele tener en algunos casos una redacción que algunos no dudarían de calificar de deliciosa. En ella se suele dejar traslucir el buen humor de los inspectores de la policía y, sobre todo, el de los delincuentes, unido este último a indudables rasgos de ingenio. Expurgando estos boletines se podrían poner de ejemplos como el que sigue. En el parte de ayer se informa de la detención de dos ciudada...

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La nota oficial diaria de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en la que se dan parte de algunos de los hechos delictivos de la jornada anterior, así como de otras diligencias policiales, suele tener en algunos casos una redacción que algunos no dudarían de calificar de deliciosa. En ella se suele dejar traslucir el buen humor de los inspectores de la policía y, sobre todo, el de los delincuentes, unido este último a indudables rasgos de ingenio. Expurgando estos boletines se podrían poner de ejemplos como el que sigue. En el parte de ayer se informa de la detención de dos ciudadanos chilenos que viajaban en un Opel. Tras sufrir un accidente, las investigaciones dieron con que el vehículo había sido alquilado en Milán el 10 de abril pasado y que debió de haber sido devuelto el 16 de ese mismo mes en Génova.Uno de los dos detenidos, Octavio Mariqueo, no dudó en declarar a la policía que él no sabía nada, ya que el vehículo se lo habían prestado dos compatriotas suyos llamados Francisco Pizarro y Hernán Cortés. Nada más y nada menos. Octavio dijo también que desconocía el paradero de éstos.

La policía, por su parte, añade de su cosecha que «éstos (Pizarro y Cortés) se encuentran, al parecer, de viaje por España, sin duda en Extremadura». ¿En qué mejor sitio se podrían encontrar?

La cosa terminó con los dos súbditos chilenos puestos a disposición judicial.

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