La ex primera ministra hindú Indira Ghandi, encarcelada y expulsada del Parlamento

La ex primera ministra hindú Indira Gandhi fue expulsada ayer del Parlamento y condenada a prisión por abuso de sus prerrogativas como parlamentaria y de autoridad durante su pasado mandato, según una declaración del Parlamento hindú.

Por 279 votos contra 138 y 37 abstenciones, la Cámara baja del Parlamento se pronunció a favor de que a Indira, que actualmente cuenta 61 años de edad, se le diese «un duro castigo». El Parlamento considera culpable a la señora Ghandi de haber hostigado a funcionarios públicos que investigaban acerca de las actividades comerciales de su hijo Sanjai, cuando...

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La ex primera ministra hindú Indira Gandhi fue expulsada ayer del Parlamento y condenada a prisión por abuso de sus prerrogativas como parlamentaria y de autoridad durante su pasado mandato, según una declaración del Parlamento hindú.

Por 279 votos contra 138 y 37 abstenciones, la Cámara baja del Parlamento se pronunció a favor de que a Indira, que actualmente cuenta 61 años de edad, se le diese «un duro castigo». El Parlamento considera culpable a la señora Ghandi de haber hostigado a funcionarios públicos que investigaban acerca de las actividades comerciales de su hijo Sanjai, cuando ella era primera ministra. Las investigaciones que han llevado al Parlamento a esta decisión fueron llevadas a cabo por una comisión investigadora nombrada por la misma institución.La orden de expulsión de Indira, su detención y encarcelamiento fue firmada por el presidente de la Cámara baja, K. S. Hedge. Se supone que Indira permanecerá encarcelada durante todo lo que resta de período de sesiones del Parlamento, es decir, prácticamente hasta fines de este mes.

Al presentar la moción que pedía la expulsión y encarcelamiento de Indira Ghandi, el actual primer ministro, Morarji Desai, dijo que su partido, el Janata, no pretendía vengarse políticamente. Indira Ghandi se defendió de las acusaciones contra ella la semana pasada diciendo que «cada insulto contra mi persona rebotará y cada castigo será una fuente de fuerza para mí».

La votación de ayer puso fin a diez enconados debates parlamentarios sobre la clase de castigo que debía imponerse a Indira, una vez que el comité investigador la había declarado culpable. La acusación principal consistió en haber procesado, en 1975, a cuatro funcionarios gubernamentales que intentaron recopilar, información para el Parlamento sobre un proyecto de empresa para fabricar automóviles pequeños que iba a emprender su hijo Sanjai.

El partido Janata ha estado muy dividido en torno al «castigo» a dar a la hija de Jawararlal Nehru, y se estima que el primer ministro, Morarji Desai, tuvo que ceder ante la presión de los extremistas de su grupo, que pedían la condena de la mujer que encabezó el Gobierno hindú, por primera vez, a los 42 años de edad, en 1959.

Son muchos los que opinan que esta detención servirá políticamente más que perjudicará a Indira Ghandi, porque la convertirá en una especie de mártir, y que su posición política saldrá reforzada de ello. De hecho, unas 2.000 personas se manifestaron ayer frente al Parlamento para protestar contra las intenciones de éste.

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La popularidad de Indira Ghandi alcanzó su momento culminante en 1971, cuando la India y Pakistán entraron en guerra a causa de Bangla Desh y cuando su partido del Congreso logró mayoría en las elecciones parlamentarias. Su mandato se hizo gradualmente más autocrático cuando tuvo que afrontar las dificultades económicas, y en junio de 1975 impuso el estado de emergencia después de haber perdido las elecciones en Gujarat y ser declarada culpable de irregularidades electorales.

Dieciocho meses más tarde, y ante la creciente oposición política, Indira Ghandi anunció una inesperada transformación democrática del país y convocó elecciones generales para marzo de 1977, elecciones que perdió. En esas elecciones el partido de Indira perdió doscientos escaños en el Parlamento, incluido el de la propia Indira. Fue detenida por primera vez en 1977, pero puesta en libertad al día siguiente por orden judicial.

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