La Montañesa, adquirida por sus trabajadores
Los trabajadores de la empresa de transportes urbanos La Montañesa, SA, han formalizado legalmente la compra de 3.024 acciones de las 3.600 de la sociedad, al precio simbólico de una peseta por acción, pasando de esta forma la empresa a manos de los trabajadores.
La Montañesa, que en lo sucesivo seguirá funcionando como una sociedad anónima, será controlada en forma de cooperativa por los trabajadores, «ya que la idea fundamental que nos ha movido para formalizar esta compra -han manifestado los nuevos propietarios- ha sido la defensa de nuestro puesto de trabajo, que se veía amenaz...
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Los trabajadores de la empresa de transportes urbanos La Montañesa, SA, han formalizado legalmente la compra de 3.024 acciones de las 3.600 de la sociedad, al precio simbólico de una peseta por acción, pasando de esta forma la empresa a manos de los trabajadores.
La Montañesa, que en lo sucesivo seguirá funcionando como una sociedad anónima, será controlada en forma de cooperativa por los trabajadores, «ya que la idea fundamental que nos ha movido para formalizar esta compra -han manifestado los nuevos propietarios- ha sido la defensa de nuestro puesto de trabajo, que se veía amenazado por la crítica situación económica de la empresa».
Hasta la adquisición de las 3.024 acciones, los trabajadores han mantenido una larga serie de negociaciones que comenzaron a finales de julio de este año. Uno de los grandes problemas ha sido la cuestión jurídica, ya que La Montañesa se fundó como empresa en 1912 con 3.600 acciones, que tiene actualmente un valor nominal de 5.000 pesetas cada una. Las 576 acciones que no han podido ser adquiridas por los trabajadores pertenecen a personas fallecidas que no transmitieron su propiedad. No obstante, la empresa pasa a manos de los trabajadores libre de todos los cargos o deudas, ya que así se acordó por unanimidad en la última junta general celebrada con el anterior accionariado.
La Montañesa, cuyos cincuenta trabajadores siguen prestando sus servicios con normalidad, está pendiente en la actualidad de un crédito de veinticinco millones de pesetas que permitirá comprar nuevos vehículos para el transporte urbano y posibilitar un relanzamiento de la empresa.