Punto de partida

«Ante todo, hay que congratularse por dos hechos: la paz que ha reinado durante toda la jornada electoral y el siempre reconfortante espectáculo de un pueblo que acude a las urnas para ejercer su derecho al voto libre y democrático. España ha votado en paz y ha votado libremente. ( ... )Tenemos, pues, Constitución. Constitución que configura un Estado democrático, consagra las libertades básicas, proclama los derechos del hombre, controla el poder e instaura la alternancia pacífica y civilizada en el Gobierno mediante elecciones periódicas y libres.

Sería ingenuo, sin embargo, pensar q...

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«Ante todo, hay que congratularse por dos hechos: la paz que ha reinado durante toda la jornada electoral y el siempre reconfortante espectáculo de un pueblo que acude a las urnas para ejercer su derecho al voto libre y democrático. España ha votado en paz y ha votado libremente. ( ... )Tenemos, pues, Constitución. Constitución que configura un Estado democrático, consagra las libertades básicas, proclama los derechos del hombre, controla el poder e instaura la alternancia pacífica y civilizada en el Gobierno mediante elecciones periódicas y libres.

Sería ingenuo, sin embargo, pensar que con la aprobación de la Constitución van a solventarse todos los problemas o que, con la consagración del nuevo marco jurídico, desaparecerá la angustia y el pesimismo que, hoy por hoy, atenaza a todos los españoles responsables. Si antes hemos hablado de la Constitución como piedra miliar histórica, no sólo pensábamos en la quiebra de toda la ordenación jurídico-política anterior, sino en su carácter de punto de partida para abordar, de una vez por todas, los problemas irresueltos que padecemos. ( ... )

La Constitución es, pues, punto de partida para un replanteamiento general y en profundidad de los modos y métodos empleados en el escaso tiempo de predemocracia vivida. Hay que replantearse mapas políticos, alianzas, composición de fuerzas, procesos electorales, orden público y política económica. Quizá, también, sería conveniente replantearse, de Gobierno para abajo, hombres y nombres.»

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, 7 diciembre

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