Tribuna:

La OTI

El referéndum y el festival de la OTI (Organización de la Televisión Ibero americana) son los dos tenias predilectos de TVE en estos momentos. Cuñas y programas especiales para los dos, aunque entre ellos no exista más afinidad que la inminencia y cercanía de fechas.El aperitivo que TVE nos tiene preparado para antes del 6 de diciembre es corno para quitarle la tartamudez al Claudio de la serie británica. Cuando el país se dispone a una nueva época y a borrar los cuarenta años dé «autocracia personalista» (según la definición del spot constitucional), TVE -que pasará a ser una instituci...

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El referéndum y el festival de la OTI (Organización de la Televisión Ibero americana) son los dos tenias predilectos de TVE en estos momentos. Cuñas y programas especiales para los dos, aunque entre ellos no exista más afinidad que la inminencia y cercanía de fechas.El aperitivo que TVE nos tiene preparado para antes del 6 de diciembre es corno para quitarle la tartamudez al Claudio de la serie británica. Cuando el país se dispone a una nueva época y a borrar los cuarenta años dé «autocracia personalista» (según la definición del spot constitucional), TVE -que pasará a ser una institución anticonstitucional- quema uno de sus últimos cartuchos y se va vía satélite al Teatro Municipal de Santiago de Chile. OTI 78, Chile y una guitarra, que bien podría ser la de Víctor Jara.

Será pura coincidencia que mientras Adolfo Suárez preside el rumbo democrático de este país, su hermano, Ricardo Suárez, jefe del «servicio de coproducciones y certámenes internacionales », organiza desde TVE la representatividad española en un festival frívolo y de baja estopa que patrocina en esta séptima edición la dictadura de Pinochet. Será pura coincidencia. Pero hay coincidencias que matan. La historia de TVE está plagada de extrañas y contradictorias situaciones. Desde el mismo día en que se fundó. A continuación del discurso inaugural de Gabriel Arias Salgado se sorprendió a la audiencia con la emisión de un No-Do en francés.

«Nosotros estamos felices de abrir las puertas de Chile cariñosamente», dijo Raúl Matas, presentador del festival, en 625 líneas del domingo pasado. Y 300 millones, poco después, dedicó íntegramente el programa a la OTI y su festival. Un fraternal alterne entre España-Chile, con María Ostiz y Paolo Salvatore de protagonistas. Raúl Matas elogió los tesoros turísticos de Chile y volvió: «Que esa noche disfrutemos todos de la amistad de los pueblos a través de sus canciones.» Los responsables de la «unidad autónoma», 300 millones, y esto no debe ser coincidencia, anuncian para el próximo domingo que Argentina tendrá lugar preferente en esta suerte de relaciones folklóricas internacionales. «Buenos Aires, una ciudad que crece a lo largo y a lo ancho en la industria, la cultura, los deportes y los espectáculos. Una capital que a pesar de su expansión conserva su raíz europea.»

Y al telespectador le consuela un hecho. Que en la OTI de Chile no estará representada España, ni los españoles del referéndum, sino RTVE.

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