Claridad y criterios empresariales, objetivos de la Seguridad Social
El ministro de Sanidad y Seguridad Social, Enrique Sánchez de León, insistió ayer reiterativamente, en el acto formal de presentación a la prensa de los presupuestos de la Seguridad Social, en la claridad y transparencia de las cuentas y presupuesto de su departamento, en la limitación de los recursos a disposición del sistema y en el esfuerzo en la gestión y su control. El señor Sánchez de León se limitó a hacer públicas sus creencias, ya que por una cuestión de cortesía parlamentaria -los presupuestos se encuentran entregados en el Congreso- no pudo entregar a los medios informativos las gra...
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El ministro de Sanidad y Seguridad Social, Enrique Sánchez de León, insistió ayer reiterativamente, en el acto formal de presentación a la prensa de los presupuestos de la Seguridad Social, en la claridad y transparencia de las cuentas y presupuesto de su departamento, en la limitación de los recursos a disposición del sistema y en el esfuerzo en la gestión y su control. El señor Sánchez de León se limitó a hacer públicas sus creencias, ya que por una cuestión de cortesía parlamentaria -los presupuestos se encuentran entregados en el Congreso- no pudo entregar a los medios informativos las grandes cuentas de su departamento.
El ministro Sánchez de León insistió en que se da por terminada la etapa oscurantista en que ha estado sumido su Ministerio y resaltó la existencia de un eficaz control de gestión y de cuentas reales de la Seguridad Social.El importe total del presupuesto de la Seguridad Social para 1979 asciende a 1,59 billones de pesetas, un 14% más que la cifra de gastos estimada para 1978 y un 24% de incremento respecto al presupuesto inicial de este ejercicio.
Según la nota distribuida en la conferencia de prensa, la Seguridad Social va a gastar, en 1979, 198.000 millones más que en 1978, concretándose este mayor gasto en prestaciones económicas, que absorben 168.000 millones más que el año anterior y 29.000 millones en asistencia sanitaria. Las prestaciones económicas absorben el 64% del gasto por valor de 1,02 billones de pesetas. De esta cifra, 714.000 millones se destinan a pensiones. Este capítulo ha experimentado en este año elevaciones importantes. Para desempleo la dotación es de 145.000 millones de pesetas, aunque estas partidas serán transferidas al Estado con el proceso de reforma estructural de la Seguridad Social.
La asistencia sanitaria supondrá un coste de 416.000 millones, de los cuales 90.000 millones se destinan a farmacia y 87.500 a asistencia médica concertada. Los gastos de gestión ascienden a 53.900 millones.
En el capítulo de ingresos el 90% se obtiene por vía de cuotas -1,33 billones de pesetas- y el resto por dotación del Estado o rendimiento del patrimonio de la Seguridad Social o prestación de sus servicios.
El director general de Gestión y Financiación, Juan Aracil, señaló que durante 1979 no está prevista una disminución sustancial del patrimonio de la Seguridad Social, aunque reconoció que la venta de activos de la institución durante 1978 había rebasado los 40.000 millones de pesetas. La mayor parte de esta liquidación patrimonial se viene dedicando sistemáticamente a cubrir las desviaciones de gasto sobre lo presupuestado. Para el próximo año, el señor Aracil estimó que esta desviación podría ser corregida y, básicamente, podrían ser ahorrados más de 29.000 millones de pesetas por mejora de la gestión. El patrimonio actual de la Seguridad Social en valores mobiliarios -Bolsa- asciende a 15.000 millones de pesetas.
Como elemento esencial del proceso de reforma de la Seguridad Social se citó nuevamente la reciente creación de una tesorería única, a la que seguirá la unificación en la titularidad de las cuentas en las distintas instituciones financieras. Actualmente, el saldo medio del sistema en las entidades bancarias es de 170.000 millones de pesetas, tomando como referencia los dos últimos meses del presente año. Aunque no existen datos sobre la ubicación exacta de los fondos en bancos y cajas de ahorros, se estima que, por vía de recaudaciones, se absorbe un 88% por vía de banca privada y sólo un 12% por las cajas de ahorros.