Fiscal y acusador particular piden fuertes penas contra Cesarski

Con petición de fuertes condenas, por parte del fiscal y de la acusación particular, y de la libre absolución, por parte del defensor, finalizó a mediodía de ayer el juicio seguido en la Audíencia Nacional contra el ultraderechista argentino afincado en España Jorge Cesarski, acusado de haber participado en la muerte del joven estudiante Arturo Ruiz durante una manifestación pro amnistía celebrada en Madrid el 23 de enero de 1977.Poco antes de concluir la vista, el acusado manifestó, al preguntarle el presidente del tribunal si tenia algo que alegar, que «tenía confianza absoluta en el tribuna...

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Con petición de fuertes condenas, por parte del fiscal y de la acusación particular, y de la libre absolución, por parte del defensor, finalizó a mediodía de ayer el juicio seguido en la Audíencia Nacional contra el ultraderechista argentino afincado en España Jorge Cesarski, acusado de haber participado en la muerte del joven estudiante Arturo Ruiz durante una manifestación pro amnistía celebrada en Madrid el 23 de enero de 1977.Poco antes de concluir la vista, el acusado manifestó, al preguntarle el presidente del tribunal si tenia algo que alegar, que «tenía confianza absoluta en el tribunal, por tratarse de españoles y magistrados, y que había sido acusado por declararse justicialista en Argentina y joseantoniano en España, mientras que si hubiera dicho que era de la ETA le hubieran aplicado la amnistía y no le hubiera pasado nada».

En su informe final ante el tribunal, el fiscal mantuvo su primitiva petición de diecisiete años, cuatro meses y un día de reclusión por participar en la muerte de Arturo Ruiz, y cuatro años más por tenencia ilícita de armas. Según el fiscal en el juicio quedó probado que la pistola con que disparó contra Arturo Ruiz le fue arrebatada a Cesarski por el autor material del crimen, José Ignacio Fernández Guaza, actualmente huido en rebeldía.

El acusador particular, señor Ortiz de Urbina, mantiene la misma tesis, aunque estima que en los hechos se dan las agravantes de premeditación y alevosía. Pide por ello una pena más grave: en total, 34 años. Por su parte, el defensor, letrado Alfonso Lara, solicitó la absolución al estimar que su patrocinado no llevaba arma alguna, sino un revólver detonador.

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