El banco central alemán eleva el depósito mínimo de la banca

El Banco Central de la República Federal de Alemania ha decidido, con efecto del próximo 1 de noviembre, elevar el depósito mínimo de los demás bancos del país en un nuevo punto.

Esto significa que dentro de diez días, los institutos de créditos alemanes deberán incrementar los fondos que han de mantener, sin intereses, en las arcas federales como garantía para la estabilización de los cambios monetarios.Esta medida, calificada como «cauta operación de derribo», se orienta a neutralizar en lo posible el aluvión de divisas que pesa sobre la tesorería alemana. Según el gobernador del Banc...

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El Banco Central de la República Federal de Alemania ha decidido, con efecto del próximo 1 de noviembre, elevar el depósito mínimo de los demás bancos del país en un nuevo punto.

Esto significa que dentro de diez días, los institutos de créditos alemanes deberán incrementar los fondos que han de mantener, sin intereses, en las arcas federales como garantía para la estabilización de los cambios monetarios.Esta medida, calificada como «cauta operación de derribo», se orienta a neutralizar en lo posible el aluvión de divisas que pesa sobre la tesorería alemana. Según el gobernador del Banco Federal, Otmar Emminger, hay que neutralizar como sea un volumen de 13.500 millones de marcos en divisas, que amenazan con descomponer el equilibrio logrado por el marco en los últimos años. Del total, 4.000 millones quedarán en depósitos como reservas mínimas; otros 3.000 corresponderán a títulos «atractivos», y quedarían aún 6.500 cuyo destino deberá controlarse de algún modo, porque pueden convertirse en vehículo de inflación.

La operación, que sigue a la revalorización del marco en un promedio de un 3% respecto a las monedas de la «serpiente monetaria», entraña algunos riesgos que el gobernador del Banco Federal no ve como tales. Para él, la decisión no significa que se esté en puertas de un período de restricciones al crédito ni que vaya a imponerse un frenazo en la agilización de la coyuntura. El último índice de intereses se sitúa en un 2,6%.

Al margen del aspecto económico de la decisión, y admitiendo en teoría que ésta va a frenar la invasión de dólares y de otras divisas, el Banco Federal destaca el aspecto político de la misma: un país, precisamente el promotor de la nueva «serpiente monetaria» reconstruida, pone en marcha un mecanismo de intervención para salvar su estabilidad y, de rechazo, para animar a los demás bancos centrales nacionales a seguir esta pauta. La reacción de Alemania ha sido positiva en el comercio y más reservada en el sector bancario. Para la Cámara Alemana de Industria y Comercio (DIHT), «al fin, el Banco Federal vuelve a entrar en actividad». Para la Asociación de Cajas de Ahorro e Institutos de Giro, el banco de la nación está en la dirección adecuada, pero el volumen a neutralizar es muy superior, y por tanto, no bastará esta intervención.

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