Areilza: "La Constitución no necesita muertos"

«El clima presente, de violencia en espiral que crea cotidianas víctimas entre las fuerzas de orden público y de cuando en cuando en los mismos cuadros de las Fuerzas Armadas, tiende a espesarse en un sombrío panorama de futuro. Con ser grave, en sí, esta atroz sucesión de crímenes nos alarma todavía más la extraña reacción que los atentados producen en aquellos niveles de los que la opinión espera indicaciones para que la comunidad española se sienta protegida por el Gobierno. Un Estado no es, en fin de cuentas, sino un ar mazón jurídico que se apoya en la ley, la que a su vez inspira el orde...

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«El clima presente, de violencia en espiral que crea cotidianas víctimas entre las fuerzas de orden público y de cuando en cuando en los mismos cuadros de las Fuerzas Armadas, tiende a espesarse en un sombrío panorama de futuro. Con ser grave, en sí, esta atroz sucesión de crímenes nos alarma todavía más la extraña reacción que los atentados producen en aquellos niveles de los que la opinión espera indicaciones para que la comunidad española se sienta protegida por el Gobierno. Un Estado no es, en fin de cuentas, sino un ar mazón jurídico que se apoya en la ley, la que a su vez inspira el orden, incluido el público.Desmoralizar al Estado y acobardar a la sociedad son los objetivos estratégicos del terrorismo. Mantener en todo momento la firmeza del Estado y arropar la fórtaleza de la sociedad son los puntos esenciales que un, Gobierno ha de utilizar para defenderse. Minimizar los hechos; manipular su información; poner sordina e impedimentos a los homenajes populares a los que cayeron sirviendo al Estado; escuchar condenas y condolencias rituales, vacías de propósito, son otras tantas notas negativas para la opinión. Acabar diciendo que estos hombres abnegados han sido sacrificados para que puedan implantarse en España la democracia y la Constitución es algo que pertenece al capítulo de las bromas macabras.

Para establecer en este país la democracia y la Constitución no se necesitan muertos, sino Gobiernos que sepan enfrentarse con los problemas pendientes; entre ellos, el de la violencia y el del terrorismo. Una sociedad sumergida en el temor no podrá ser nunca deinocrática. Una Constitución que nazca teñida de miedo no tendrá larga vigencia.

El listón de la paciencia se está aproximando a su nivel crítico. Un poco más arriba en la espiral y el listón caerá, terminándose el juego.»

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19 octubre

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