De Carlos: "López Patiño quería desplazar a Calderón de la gerencia del Madrid"

«López Patiño está muy malvisto por mucha gente del club; eso y las propias contradicciones en que ha incurrido han sido las causas de que no entrase a formar parte de mi directiva. Aparte de eso, pienso que lo que él buscaba era desplazar a Calderón del puesto de gerente, y eso no podía ser», ha declarado Luis de Carlos a Alfredo Relaño Con estas palabras podría resumirse la forma de pensar del nuevo presidente madridista respecto a la primera crisis sufrida por su junta directiva, y cuyo factor desencadenante fue la no inclusión de López Patiño. Luis de Carlos quita importancia al asunto: «L...

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«López Patiño está muy malvisto por mucha gente del club; eso y las propias contradicciones en que ha incurrido han sido las causas de que no entrase a formar parte de mi directiva. Aparte de eso, pienso que lo que él buscaba era desplazar a Calderón del puesto de gerente, y eso no podía ser», ha declarado Luis de Carlos a Alfredo Relaño Con estas palabras podría resumirse la forma de pensar del nuevo presidente madridista respecto a la primera crisis sufrida por su junta directiva, y cuyo factor desencadenante fue la no inclusión de López Patiño. Luis de Carlos quita importancia al asunto: «Lo importante es la institución, que está por encima de todas estas cosas. Yo lamento lo que ha ocurrido, pero creo que no es importante. Más me preocuparía que el equipo marchase mal.»

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«No me duele reconocer que López Patiño me ayudó mucho en la campaña electoral. Me sorprendieron su entrega, su capacidad de trabajo y su eficacia. Por eso pensé que me gustaría que entrase en el Madrid en un cargo ejecutivo, remunerado; le consulté hace tiempo si, caso de salir yo como presidente, aceptaría tal cosa, y me dijo que sí.»Los problemas para De Carlos llegaron después, cuando captó fuertes oposiciones por parte de mucha gente del club contra López Patiño: «Yo hablaba de él, de que me estaba entusiasmando cómo trabajaba, y lo gente me decía: «¿López Patiño? ¡Uy, uy!» Pero nada más que eso. Hablé con muchas personas y les pedí que me dijesen qué hay en contra de él, y nadie supo decirme nada serio. Simplemente, noté que caía mal. Y esa animadversión contra él la encontré a muchos niveles, desde jugadores y técnicos a empleados del club o directivos. Por eso yo dejé en principio libre el puesto de secretario general; pensaba dárselo a él, pero dadas las circunstancias y que además es un puesto remunerado, quería primero componer mi junta y plantear el caso en la primera reunión. Quería decirles a los directivos que yo deseaba contar con López Patiño para el puesto y llegar a una solución. Pero en los días que mediaron entre la composición de la junta y la primera reunión de la misma, López Patiño me dijo que no quería ser secretario general, que no quería un puesto remunerado, que no quería coger dinero del Madrid, y que prefería que el club amortizase ese puesto, que se suprimiera, como así ha sido. Me dijo entonces que lo que quería era ser directivo. Antes no me había dicho nunca tal cosa. Yo podría haberle hecho directivo perfectamente, pero no es serio dar a conocer una junta directiva y a la semana añadir un nombre más. ¿Qué digo entonces ala opinión pública? ¿Que se me había olvidado antes su nombre? Además estaba la situación de esa antipatía en torno a él. Le dije que el momento no era oportuno, que había que esperar, y él pareció conformarse.»

La gerencia

El caso es que la cosa no terminó ahí. Eduardo Peña, escogido por De Carlos para una de las vicepresidencias, amigo íntimo de López Patiño, socio de la peña «Los Diez de Siempre» que éste preside, ha presentado hace pocos días su dimisión: «A mí me sorprendió eso. Yo creí que él también estaba conforme con la solución final a que se había llegado. Ahora que no diga que hay otros motivos que el de la exclusión de López Patiño, porque la verdad es que cuando yo confeccioné la junta directiva ya me dijo que si no estaba Patiño él dimitiría. Entonces le dije que Patiño iba a ser secretario general, pero que la junta debía aprobarlo, y le pareció bien. Luego, él fue testigo de la renuncia de Patiño a la secretaría general y no pasó nada. No he entendido las razones de su dimisión.»

Detrás de todo esto puede latir el deseo de entrar en la gerencia, máximo puesto ejecutivo del club. Es una conclusión a la que se llega al hablar con unos y con otros. De Carlos lo reconoce así cuando sale el tema: «Al respecto puedo decir que a últimos de julio Eduardo Peña se ofreció para ocupar la gerencia, aunque me dijo que tal cosa no podría ser hasta finales de año, cuando le asciendan a ministro plenipotenciario. En cuanto a López Patino, creo sinceramente que siempre aspiró a ese puesto de gerente. Al hablar de un puesto remunerado pienso que él siempre pensó en la gerencia. Es evidente que si se lleva mal con Calderón no le interesa ser secretario general, por debajo de él; sin embargo, sí le hubiera gustado ser directivo, por que entonces estaría por encima de Calderón y hubiera podido forzar a éste a marcharse y pasar entonces al puesto. Sin embargo, yo no podía colaborar en una cosa así. Calderón es un hombre honrado, eficiente y que ha rendido enormes servicios al club. Se fueron Saporta y Domínguez y él aceptó quedarse porque el club le necesitaba, aun que advirtió que le gustaría que se fuese buscando un sustituto con el que él podría colaborar unos cuantos meses, hasta que el nuevo hombre se hubiese ambientado, y entonces marcharse.»

La conclusión final para De Carlos es que se trata de un asunto triste: «Yo lamento todo esto. Quizá me equivoqué al escoger a Peña. Pero quiero que quede claro que he obrado de buena fe y que he respetado mis promesas. Pienso, además, que el asunto está tomando más eco del que merece. Lo importante es la institución, que está por encima de todo eso. Yo sabía que iba a tener problemas con el club, y ya han venido. Creo que en el futuro habrá problemas más importantes. Al menos el equipo ha arrancado bien. Más grave sería que hubiese tropiezos deportivos.»

El puesto de la gerencia sigue en manos de Antonio Calderón . La secretaría general que suprimida tras la renuncia de López Patiño. Pero el Madrid necesita aún otro hombre, para suplir en plazo más o menos breve a Antonio Calderón. Vuelve a tomar cuerpo la posibilidad de que Fernández Trigo, gerente del Coruña, entre en el Madrid para cubrir esa baja. De él ya se habló hace algunos meses y ahora parece otra vez posible que aquellos rumores se conviertan en realidad. De ser así, trabajaría algunos meses en compañía de Calderón, hasta que éste decidiese dejar el club una vez que el recién llegado se sintiese capaz de seguir solo.

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