Sarrió y Crinavis, en suspensión de pagos

Dos importantes empresas industriales han entrado en estos últimos días en lo que parece ser el tramo final de dificultades financieras que pueden poner en peligro la propia existencia de las empresas como tales. Se trata de Sarrió, una de las primeras empresas papeleras del país, y de Crinavis, fundada para acometer la realización de uno de los proyectos industriales más ambiciosos de la historia del país.Por lo que se refiere a Sarrió, Compañía Papelera de Leiza, fuentes laborales anunciaron ayer las graves dificultades financieras de esta sociedad, dificultades que, según informaciones que ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Dos importantes empresas industriales han entrado en estos últimos días en lo que parece ser el tramo final de dificultades financieras que pueden poner en peligro la propia existencia de las empresas como tales. Se trata de Sarrió, una de las primeras empresas papeleras del país, y de Crinavis, fundada para acometer la realización de uno de los proyectos industriales más ambiciosos de la historia del país.Por lo que se refiere a Sarrió, Compañía Papelera de Leiza, fuentes laborales anunciaron ayer las graves dificultades financieras de esta sociedad, dificultades que, según informaciones que obran en poder de este periódico, se arrastran desde hace un año con especial virulencia, debido a la fuerte inversión realizada por esta empresa en los últimos años. Sarrió da empleo actualmente a unos 5.000 trabajadores y tiene un inmovilizado del orden de los 10.000 millones de pesetas, con un pasivo de unos 18.000 millones de pesetas.

Las dos operaciones que han podido motivar las dificultades de Sarrió estarían relacionadas con la fuerte inversión de la planta de Allo (Navarra), dedicada a la fabricación de papel tissue, y que no ha podido entrar en pleno ritmo de fabricación debido a la recesión económica. La segunda operación estaría relacionada con la financiación y el apoyo prestado a la filial La Montañesa, que habría rebasado las posibilidades financieras de Sarrió; la mencionada filial se encuentra también con similares problemas a los de Sarrió, ya que ha realizado fuertes inversiones en el pasado reciente, lo que podría comprometer su futuro.

Varios bancos se encontrarían vinculados a la situación financiera de Sarrió, y en este sentido se han celebrado negociaciones durante los últimos meses, que parecen no han dado resultados del todo satisfactorios. Los bancos mencionados son el Central, el Hispano Americano, el Exterior de España, el Popular Español y el Urquijo.

Parece que la presentación de suspensión de pagos de esta sociedad es inminente, aunque en algunos medios se ha señalado a EL PAÍS que habría ciertas dificultades para realizar esta operación ante las instancias judiciales.

En cuanto a Crinavis, que había presentado suspensión de pagos en Madrid, ha realizado ya inversiones en San Roque (Cádiz), por valor de más de 6.000 millones de pesetas, para poner en marcha un astillero altamente especializado en la construcción de buques y plataformas destinadas al almacenamiento y transporte de gas natural licuado, y otros artefactos capaces para desarrollar múltiples actividades, incluida la construcción de centrales nucleares offshore.

Crinavis ha sido considerada como una de las inversiones tecnológicas más avanzadas que ha acometido la industria española. En los últimos años ha concentrado sus esfuerzos en conseguir la financiación oficial española para un fabuloso contrato con Irán para construir una planta de licuación de gas natural y barcos para transportarlo. Ese gas sería adquirido para suministrarlo a una sociedad americana. El monto del proyecto se aproxima a los 100.000 millones de pesetas. Crinavis se creó hace varios años con aportaciones de la empresa vasca de ingeniería Sener, Banesto, Bankunión y Liga Financiera.

Archivado En