Crisis municipal en Vigo por la dimisión del alcalde

La creación de una gestora municipal, sobre cuya viabilidad no pudieron ponerse de acuerdo los partidos políticos hace varios meses puede resultar inevitable tras la imisión del alcalde, Joaquín García Picher, que mañana lunes estudiará la Corporación, en sesión plenaria, para aceptarla o rechazarla. Se cree que la petición será tenida en cuenta.

García Picher, que en septiembre cumpliría cuatro años en el cargo, ha alegado motivos personales y «la demora excesiva que viene experimentando la convocatoria de elecciones locales» como causa de su dimisión, pero parece que en ella han i...

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La creación de una gestora municipal, sobre cuya viabilidad no pudieron ponerse de acuerdo los partidos políticos hace varios meses puede resultar inevitable tras la imisión del alcalde, Joaquín García Picher, que mañana lunes estudiará la Corporación, en sesión plenaria, para aceptarla o rechazarla. Se cree que la petición será tenida en cuenta.

García Picher, que en septiembre cumpliría cuatro años en el cargo, ha alegado motivos personales y «la demora excesiva que viene experimentando la convocatoria de elecciones locales» como causa de su dimisión, pero parece que en ella han influido las fuertes críticas que ha recibido, la difícil situación económica municipal, agravada por un incremento salarial del personal de 171 millones de pesetas para este año, y los ataques de UCD, cuyo comité provincial aseguró que no compartía su política cuando hace unos días el alcalde se dio formalmente de alta en el partido gubernamental, al que teóricamente estaba vinculado como militante del Partido Gallego Independiente integrado en aquél.

Nada más conocerse la noticia de la dimisión, el movimiento ciudadano se ha manifestado a favor de la aceptación de la misma y algunas asociaciones han exigido que le acompañe toda la Corporación municipal y se ponga el Ayuntamiento en manos de una gestora, que según los resultados de las elecciones del 15 de junio del 77 estaría prácticamente copada por UCD, con algunos concejales del PSOE.

El señor García Picher ya había dimitido en otra ocasión, presionado por partidos de izquierda y asociaciones de vecinos, pero aceptó la campaña de algunos corporativos cerca del pleno para conseguir que no fuera admitida su renuncia.

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