Cartas al director

El camino de la delincuencia

Anteayer y, como premio a sus buenas notas escolares, compré un patinete a mi hijo; hoy, y cuando jugaba en la puerta de casa (Moratalaz, polígono X), con dicho patinete, llegaron tres niños de diez a doce años y mientras uno tapaba la boca a mi hijo para impedir que gritara, los otros dos se llevaron el mencionado patinete, dándose inmediatamente este último a la fuga una vez habían desaparecido sus compañeros de fechoría.Está claro que esos niños cometen un delito, pero yo me pregunto si los padres de esos niños no hacen nada cuando ven a sus hijos con objetos que no les pertenecen. ¿No se d...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Anteayer y, como premio a sus buenas notas escolares, compré un patinete a mi hijo; hoy, y cuando jugaba en la puerta de casa (Moratalaz, polígono X), con dicho patinete, llegaron tres niños de diez a doce años y mientras uno tapaba la boca a mi hijo para impedir que gritara, los otros dos se llevaron el mencionado patinete, dándose inmediatamente este último a la fuga una vez habían desaparecido sus compañeros de fechoría.Está claro que esos niños cometen un delito, pero yo me pregunto si los padres de esos niños no hacen nada cuando ven a sus hijos con objetos que no les pertenecen. ¿No se dan cuenta que están incitando a sus hijos a que tomen el camino del delito como afición u oficio?

Sirva esta carta (modestamente) de llamada a estos padres, para que vean lo que hoy ellos consienten y no tiene mayor importancia, mañana puede ser determinante en la vida de estos muchachos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En