Las tormentas paralizaron ayer algunas zonas de la ciudad

«Lo siento, no tengo tiempo ahora para darle información. Llame más tarde», era la frase con que contestaba el teléfono de los bomberos cuando se les llamaba para preguntarles por el número de salidas efectuadas. Los problemas comenzaron ya en la noche del domingo, momento en que descargó una fuerte tormenta acompañada de aparato eléctrico. El colector de Aluche no pudo canalizar la riada de agua y reventó. El agua inundó totalmente la estación del Metro y arrastró las taquillas. Los bomberos tuvieron que trabajar durante todo el día de ayer para achicar el agua y el servicio quedó suspendido....

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«Lo siento, no tengo tiempo ahora para darle información. Llame más tarde», era la frase con que contestaba el teléfono de los bomberos cuando se les llamaba para preguntarles por el número de salidas efectuadas. Los problemas comenzaron ya en la noche del domingo, momento en que descargó una fuerte tormenta acompañada de aparato eléctrico. El colector de Aluche no pudo canalizar la riada de agua y reventó. El agua inundó totalmente la estación del Metro y arrastró las taquillas. Los bomberos tuvieron que trabajar durante todo el día de ayer para achicar el agua y el servicio quedó suspendido.

A las tres de la tarde de ayer comenzó a caer una segunda tromba de agua. A la media hora las llamadas de ayuda al cuerpo de bomberos se recibían desde todos los puntos de Madrid, desde la plaza de Castilla a Legazpi, y desde el puente del Rey a los barrios del sur. as zonas de chabolas y viviendas bajas de Orcasitas, Villaverde, Rancho del Cordobés, etcétera, son las más afectadas, debido a la endeblez de las construcciones y a la inexistencia de colectores y al cantarillado.

Los vecinos de Ribera del Manzanares tuvieron que evacuar a la familia que habita el bajo izquierda. El agua llegaba hasta el primer piso, aunque en este caso la inundación se ha producido por la mala terminación de las obras del puente del Rey, que desvían las aguas hacia la calle. El puente de Praga está también rebasado por el agua, y las colas de vehículos se extienden desde Marqués de Vadillo y Legazpi.

Muchos otros coches quedaron inmovilizados al llegar el agua a la altura del motor eléctrico y tuvieron de ser remolcados.

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