Polémicas declaraciones del jefe del Estado Mayor israelí
El ministro israelí de Defensa, Ezer Weizman, «no tomará ninguna medida disciplinaria contra el jefe del Estado Mayor, general Raphael Eytan, quien declaró que Israel debe conservar Cisjordania y el Golán «cualesquiera que sean las circunstancias, incluso en el marco de un acuerdo de paz».
Esta postura del general Eytan hecha pública en una entrevista a la televisión israelí con motivo del XXX Aniversario del Estado hebreo, ha provocado una viva emoción en los medios políticos israelíes. Numerosos disputados han presentado mociones en la Knesset (Parlamento) y se preparan a interpel...
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El ministro israelí de Defensa, Ezer Weizman, «no tomará ninguna medida disciplinaria contra el jefe del Estado Mayor, general Raphael Eytan, quien declaró que Israel debe conservar Cisjordania y el Golán «cualesquiera que sean las circunstancias, incluso en el marco de un acuerdo de paz».
Esta postura del general Eytan hecha pública en una entrevista a la televisión israelí con motivo del XXX Aniversario del Estado hebreo, ha provocado una viva emoción en los medios políticos israelíes. Numerosos disputados han presentado mociones en la Knesset (Parlamento) y se preparan a interpelar al ministro de Defensa.
« Es la primera vez en la historia del país en que un jefe de Estado Mayor General interviene en un debate político fundamental que divide a la nación», dijo el diputado laborista Yosi Sarid. El diputado estima que se trata de. un «precedente peligroso» porque puede llevar a una politización del Ejército.
Sólo una opinión técnica
El ministro Ezer Weizman, según hemos sabido, responderá que el general Eytan «solamente se ha referido al aspecto militar de la cuestión» y, por lo tanto, no se ha excedido en sus prerrogativas.Sin embargo, en opinión de la mayoría de los observadores políticos, las tomas de posición de¡ general Eytan parecen trascender el marco estrictamente militar.
El jefe del Estado Mayor declaró, en efecto, que «los árabes han querido eliminar siempre a Israel de esta región y continúan pensando en lograr este fin hoy, aunque por otros medios». Además, preguntado sobre la utilidad, para la seguridad de Israel, de la colonización judía en la Cisjordania ocupada, el general Eytan se permitió corregir al periodista: «No se trata de colonización, sino de poblamiento judío. El pueblo judío se establece sobre su tierra.»
Cuando Weizman propuso al Gobierno nombrar al general Eytan para suceder al general Gur en el cargo de jefe del Estado Mayor, esta selección del ministro de Defensa sorprendió. Era de notoriedad pública que el general Raphael Eytan, escandaloso ejemplar, excelente manejador de hombres en el campo de batalla, no pertenecía precisamente a la clase de estrategas sofisticados. Entonces se rumoreó que Weizman había preferido a Eytan a otros candidatos, quizá más brillantes, porque quería un ejecutivo por excelencia y estaba cansado de los generales pensadores.
Es evidente que el ministro de Defensa no puede desautorizar públicamente al hombre que ha escogido él mismo para mandar en los ejércitos de Israel. Pero los que conocen a Weizman afirman que ya habrá advertido en privado al general Eytan que olvide su papel de aguafiestas o lo pagará caro la próxima vez.