Debate constitucional

"La Constitución debe establecer el derecho de autodeterminación"

El diputado de Euskadiko Eskerra, Francisco Letamendía, pronunció un duro discurso contra el anteproyecto de Constitución por no contener las libertades y derechos enteramente democráticos; carecer de una formulación sobre la forma económica del Estado válida tanto para una sociedad capitalista como socialista; no admitir el derecho a la autodeterminación de los pueblos, y ni siquiera establecer que las estructuras del Estado sean federales.Dijo hablar en nombre de un sector traumatizado y escarnecido del pueblo vasco, «que vive en el horror del pasado y en el disgusto del presente» y que -dij...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El diputado de Euskadiko Eskerra, Francisco Letamendía, pronunció un duro discurso contra el anteproyecto de Constitución por no contener las libertades y derechos enteramente democráticos; carecer de una formulación sobre la forma económica del Estado válida tanto para una sociedad capitalista como socialista; no admitir el derecho a la autodeterminación de los pueblos, y ni siquiera establecer que las estructuras del Estado sean federales.Dijo hablar en nombre de un sector traumatizado y escarnecido del pueblo vasco, «que vive en el horror del pasado y en el disgusto del presente» y que -dijo- «anhela la liberación nacional y ha aprendido a desear el socialismo». Añadió que quería también ser la voz «de todas las fuerzas revolucionarias del Estado que no tienen representación en el Parlamento», así como de los sectores marginados como los presos sociales, comunidades étnicas perseguidas, prostitutas, feministas, ecologistas...

Más información

Estimó que sin el derecho a la autodeterminación, la Constitución no tenía para él ningún sentido. Atribuyó la dependencia de unos pueblos respecto a otros al capitalismo y negó la identificación de independencia con separatismo, ya que -dijo- «la lucha por la independencia no es la lucha de pueblo contra pueblo, sino la lucha de todos los pueblos contra su enemigo común, la oligarquía». «Y dentro de esta lucha -añadió- sí hay quien tiene que temer: los terratenientes absentistas del Sur, los grandes especuladores del centro, los monopolios financieros vizcaínos. Por el contrario, la lucha del pueblo vasco es la misma que la de los obreros del extrarradio madrileño, la de los mineros asturianos, la de los campesinos andaluces.»

Hizo un llamamiento a las fuerzas de oposición para que apoyen la inclusión del derecho a la autodeterminación en el texto constitucional y expresó, por su parte, el apoyo a «cuantas enmiendas supongan un mayor grado de democracia para las ciudades del Estado».

Expresó su oposición concreta al capitalismo como única forma económica constitucional y su actitud favorable a colmar las lagunas sobre regulación de derechos y deberes fundamentales y abolición de la pena de muerte.

Por lo que se refiere a la forma monárquica, el señor Letamendía se mostró dispuesto a apoyar los votos particulares o enmiendas en favor de la República. «No tenemos nada contra la persona física de Juan Carlos -dijo-, ni en contra ni a favor. Es cierto, contra lo que pudo temerse en un principio, que no es el Monarca del fascismo. Pero es el Monarca de la reforma, y la reforma no puede curar las llegas de Euskadi.»

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Terminó su intervención recitando los versos del Che Guevara, hechos suyos por Paredes Manot, Tx¡k¡, pocas horas antes de ser ejecutado en septiembre de 1975, y que figuran en numerosas casas vascas: «Mañana, cuando yo muera,/ no me vengáis a llorar; /nunca estaré bajo tierra,/ soy viento de libertad.»

Archivado En