Crisis económicas de las asociaciones pro subnormales

Bajo el lema «Una minoría silenciosa y marginada... reclama su puesto en la sociedad» se ha celebrado estos días la Semana del Subnormal, destinada a difundir entre amplios sectores una realidad habitualmente ignorada: la existencia de 350.000 subnormales que en su inmensa mayoría se encuentran al margen de la sociedad, confinados en ghettos y sin posibilidades de integración. Sobre esta realidad, agravada por el difícil momento económico que atraviesan las asociaciones familiares pro subnormales, Bel Carrasco ha elaborado la siguiente información.

Según las estimaciones más optimistas ...

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Bajo el lema «Una minoría silenciosa y marginada... reclama su puesto en la sociedad» se ha celebrado estos días la Semana del Subnormal, destinada a difundir entre amplios sectores una realidad habitualmente ignorada: la existencia de 350.000 subnormales que en su inmensa mayoría se encuentran al margen de la sociedad, confinados en ghettos y sin posibilidades de integración. Sobre esta realidad, agravada por el difícil momento económico que atraviesan las asociaciones familiares pro subnormales, Bel Carrasco ha elaborado la siguiente información.

Según las estimaciones más optimistas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la deficiencia mental afecta del 1 al 3% de la población por lo que en España el número de subnormales se cifra alrededor de los 350.000.Esta población se incrementa constantemente a un ritmo vertiginoso Cada año nacen 4000 subnormales. De ellos más de la mitad podrían no serlo si se aplicaran las modernas técnicas de prevención. Pero, aunque parezca incomprensible, el Plan Nacional de Prevención de la Subnormalidad que se aprobó en el Consejo de Ministros del 17 de junio del año pasado todavía no se ha puesto en práctica.

La despreocupación que muestra la Administración ante los derechos y problemas del subnormal se evidencia también en la insuficiencia de las plazas escolares que les están destinadas o de los centros de formación para su integración laboral.

El colectivo de deficientes mentales apenas está escolarizado en un 30%, con plazas mal dotadas, escasez de personal y ausencia total de otros servicios tan necesarios como la propia pedagogía.

Todavía más acuciante es el caso de los subnormales profundos: para los 20.000 que existen en España sólo se cuenta con unas 2.000 plazas entre los servicios particulares especializados y los pabellones de los hospitales psiquiátricos.

Un dato revelador de la inhibición de la Administración es que del total de plazas censadas en los centros para deficientes mentales, sólo un 33% son de carácter oficial. El 43% dependen de organismos no oficiales -asociaciones, cajas de ahorro, Iglesia- y el 24% son mixtas.

Reducción de las subvenciones

Para suplir la falta de iniciativa de la Administración han surgido numerosas asociaciones familiares pro subnormales que han desarrollado en estos años una intensa actividad. Actualmente, 132 asociaciones de toda España, que agrupan a 50.000 familias afectadas por el problema se integran en la Federación Nacional de Asociaciones Protectoras de Subnormales.La mayoría de estas asociaciones se encuentran en una difícil situación económica debido a la reducción de las subvenciones que constituyen sus principales fuentes de ingresos. Las cuotas de los socios son muy bajas y no cubren más que una parte ínfima de los presupuestos. El Serem (Servicio de Recuperación y Rehabilitación de Minusválidos Físicos y Psíquicos) ha disminuido sus aportaciones en doscientos millones de pesetas, lo que representa un notable porcentaje sobre la cantidad total que destinaba a las asociaciones.

Por otra parte, las mutualidades laborales están negando las prestaciones extrarreglamentarias que se venían concediendo a cuenta del fondo social de las empresas. Se recurre a la crisis económica para justificar las restricciones, pero lo cierto es que en esta medida influyen otros factores.

Las ayudas económicas que se distribuían como un don gracioso han sido en muchas ocasiones una coacción para los trabajadores que las percibían, pues por miedo a perderlas acallaban sus justas reivindicaciones laborales. Así pues, esta especie de beneficiencia paternalista resultaba a la larga muy, rentable para las empresas. Pero desde el momento que las centrales. sindicales pueden proveer a los trabajadores de unos subsidios extra originarios, dejan de serlo. Asimismo, las becas, otras de las fuentes de ingresos de las asociaciones, no han experimentado ningún aumento. Mientras, arrecian las críticas contra los inconvenientes e irregularidades que entraña tal sistema de ayuda.

Reivindicaciones urgentes

Ante esta situación, las asociaciones que forman la Federación Nacional han enviado un escrito a las Cortes, al presidente del Gobierno y a otras autoridades donde explican sus principales problemas y exponen sus reivindicaciones más urgentes:- Dotación inmediata de un crédito extraordinario que permita a los centros para deficientes mentales proseguir sus actividades y cubrir los déficit originados en su labor de promoción de nuevos centros.

- Que se agilicen y resuelvan los expedientes pendientes de solución, cuya demora impide la puesta en marcha de las acciones en favor de los deficientes mentales.

- Que en los próximos Presupuestos Generales del Estado se asigne al colectivo de la deficiencia mental la parte proporcional que precise para poder acceder a los bienes sociales de que disponen los demás ciudadanos.

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