IX Congreso del Partido Comunista de España

"Con el carnet en la boca"

Las relaciones entre la prensa y el IX Congreso del PCE han sido innecesariamente tensas y difíciles a lo largo de las distintas sesiones. La extraordinaria rigidez del servicio de orden en la identificación y colocación de los periodistas -sin excluir la violencia verbal y gestos de amenaza física contra quienes no cumplían exactamente las órdenes de los vigilantes. especialmente los gráficos. en razón de la movilidad que exige su trabajohan provocado incidentes en número verdaderamente desacostumbrado para quienes tienen por oficio cubrir informaciones de este tipo.El incidente más important...

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Las relaciones entre la prensa y el IX Congreso del PCE han sido innecesariamente tensas y difíciles a lo largo de las distintas sesiones. La extraordinaria rigidez del servicio de orden en la identificación y colocación de los periodistas -sin excluir la violencia verbal y gestos de amenaza física contra quienes no cumplían exactamente las órdenes de los vigilantes. especialmente los gráficos. en razón de la movilidad que exige su trabajohan provocado incidentes en número verdaderamente desacostumbrado para quienes tienen por oficio cubrir informaciones de este tipo.El incidente más importante se produjo en la tarde del viernes. Horas antes de que el pleno del IX Congreso entrase en la discusión de la tesis quince, el nuevo texto de ésta. elaborado por la comisión fue distribuido por el servicio de orden a los delegados. Los periodistas pidieron que se les facilitaran copias -como es perfectamente lógico al seguir los debates-, y les fueron negadas rotundamente incluso uno áe los miembros de servicio de orden arrebató a un pe riodista un ejemplar del texto, que el mencionado informador había logrado por otros medios.

Más información

Representantes de Informaciones, Efe, Ya, Diario 16, Avui y EL PAÍS hicieron llegar al presidente del congreso. Adolfo Piñedo. una nota en la que protestaban porque no se les facilitara el texto de la tesis Y. en general. por el trato hacia la prensa. El presidente apostilló la nota en el sentido de que el PCE no trataba de ocultar información alguna. lo que fue clamorosamente aplaudido por los congresistas, y omitió leer el dato de que se había arrebatado un texto a un informador. Los periodistas, indignados ante tal interpretación y la omisión de una parte de su nota, redactaron un segundo escrito, en el que pedían el esclarecimiento de Ia verdad ante los congresistas; e presidente dio la callada por respuesta.

Sólo puede salvarse la actuación personal deljefe de prensa del PCE y de su equipo, que han hecho lo posible para.ofrecer una mejor atención a los informadores.

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