Dos ancianos mueren asfixiados en un incendio

Hipólito Sánchez Pérez, de 82 años de edad y su esposa Pilar Salgado Muñoz, de 78 fallecieron ayer asfixiados como consecuencia de un incendio que se declaró en una vivienda de la calle Ventura Rodríguez. 14. El siniestro se produjo sobre las ocho y media de la mañana en el piso tercero izquierda y se propagó rápidamente, motivo por el que la finca tuvo que ser desalojada. El citado matrimonio, que vivía en la cuarta planta no pudo al parecer salir a tiempo. Poco después varios miembros del Cuerpo de Bomberos encontraron a los ancianos asfixiados debajo de la cama de su vivienda. «Se va a hund...

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Hipólito Sánchez Pérez, de 82 años de edad y su esposa Pilar Salgado Muñoz, de 78 fallecieron ayer asfixiados como consecuencia de un incendio que se declaró en una vivienda de la calle Ventura Rodríguez. 14. El siniestro se produjo sobre las ocho y media de la mañana en el piso tercero izquierda y se propagó rápidamente, motivo por el que la finca tuvo que ser desalojada. El citado matrimonio, que vivía en la cuarta planta no pudo al parecer salir a tiempo. Poco después varios miembros del Cuerpo de Bomberos encontraron a los ancianos asfixiados debajo de la cama de su vivienda. «Se va a hundir el piso, nos dijo un bombero cuando subió y nos envió a todos para abajo. Afortunadamente, los niños que vivían en el piso quemado ya estaban a salvo, porque les había sacado yo», manifestó a EL PAIS Juana Provencio; vecina que vive en el tercero derecha y que auxilió a la señora de Sabater, inquilina del piso siniestrado cuando ésta salía pidiendo socorro.«Estaba como atontada. Le pregunté por los niños no me contestó por eso, llamé a sus hijos Sergio y Nereira, de ocho y cinco años respectivamente y ellos salieron inmediatamente: después entré al ver que el pequeño Iván, de tres años, no salía. Le encontré debajo de la cama de su hermana, pero se me escapó, salí con él cuando el televisor explotó.

Según manifestó la señora Provencio, el incendio comenzó en el salón cuando el niño pequeño quemó al parecer, el sofá. Minutos después, el incendio se había propagado al resto de las habitaciones. «Me pedían que sacara un perrito recién nacido que tenían, pero ya no pude entrar.»

«Después nos enteramos. Bajó un bombero y nos dijo que había dos personas muertas. Vivían solos: él estaba jubilado y todas las mañanas les veíamos cuando salían a desayunar por el barrio.»

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