Tribuna:

Alza máxima

Una de las características más llamativas de la Bolsa española es la facilidad con que pasa del más negro pesimismo a la euforia más desbordante. Esto aún cabría explicarlo si ocurriera por causas fundamentales, pero cuando no es así, queda patente un ingrediente lúdico, de juego, desproporcionado.Comprendemos que los casinos con juego de azar aún no están en vigor en nuestro país, pero trasladar su función al mercado de valores es, cuando menos, peligroso, sobre todo para los posibles inversores que actúan o deciden desde lejos.

En la sesión de ayer, la mayor subida en lo que va de año...

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Una de las características más llamativas de la Bolsa española es la facilidad con que pasa del más negro pesimismo a la euforia más desbordante. Esto aún cabría explicarlo si ocurriera por causas fundamentales, pero cuando no es así, queda patente un ingrediente lúdico, de juego, desproporcionado.Comprendemos que los casinos con juego de azar aún no están en vigor en nuestro país, pero trasladar su función al mercado de valores es, cuando menos, peligroso, sobre todo para los posibles inversores que actúan o deciden desde lejos.

En la sesión de ayer, la mayor subida en lo que va de año, el dinero se extendió por todos los sectores y se produjeron varias alzas al límite del 5% normativo. E incluso hubo valores, como Dragados y Olarra, que no operaron por falta de contrapartida.

Los sectores hacia los que se concentró la demanda, que, en nuestra opinión, sigue siendo interna del mercado, no de provincias, fueron Químicas y Bancos. En el primero de estos grupos sobresale la subida de Petróleos (+ 8) y la recuperación de la cota cien por Explosivos.

En Bancos las mejoras fueron prácticamente genarales. Suben diecisiete enteros Fomento; diez, Banesto, Central, Popular, Santander y Urquijo; nueve, Vizcaya, etcétera.

Las Eléctricas también estuvieron más decididas que el día anterior, e Iberduero, Fecsa y Unión contabilizan ganancias notables, de tres puntos o más.

Redondeó una sesión espléndida (hacía un año que no se daba tanta alza) la plusvalía de Telefónica, de 2,5 duros.

Al cierre se extendía la demanda enormemente y casi desaparecía el papel.

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