Reportaje:

El Gobiemo Universal: las alienantes utopías de un gurú

Este es el «Año de la Invencibilidad en Todas las Naciones» y con tan fausto motivo el Gobierno Universal, creado en 1976 para perpetuar la Era de la Iluminación, se ha lanzado a una intensa campaña propagandística.El fundador del Gobierno Universal es el Maharishi Mahesh Yogui, padre de la meditación trascendental y que pasó a la celebridad a finales de los sesenta. Entonces, famosos como Beatles, Rollings y otras personalidades menos conocidas decidieron buscar la salvación en experiencias místicas accesibles al ajetreo de la vida moderna.

La meditación trascendental, como la gran may...

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Este es el «Año de la Invencibilidad en Todas las Naciones» y con tan fausto motivo el Gobierno Universal, creado en 1976 para perpetuar la Era de la Iluminación, se ha lanzado a una intensa campaña propagandística.El fundador del Gobierno Universal es el Maharishi Mahesh Yogui, padre de la meditación trascendental y que pasó a la celebridad a finales de los sesenta. Entonces, famosos como Beatles, Rollings y otras personalidades menos conocidas decidieron buscar la salvación en experiencias místicas accesibles al ajetreo de la vida moderna.

La meditación trascendental, como la gran mayoría de las religiones de nuevo cuño, no pasa de ser un conjunto de recetas que exigen poco esfuerzo y ofrecen grandes resultados. Como los precocinados, dichos resultados suelen resultar insípidos, pero las campañas comerciales mantienen viva la llama de sus beneficios.

El Gobierno Universal está compuesto por diez ministerios:

Ministerio para el Desarrollo de la Consciencia, a través de cuya plenitud puede gozarse de una autoridad natural sobre todos los campos de la acción y del conocimiento. Titular, Clarinda J. Schwartz.

Ministerio de la Ley y el Orden Naturales. Desde el orden perfecto, todas las acciones humanas devienen espontáneamente justas, a cargo de Brahmachari Nandkishore.

Ministerio de Integridad Cultural, Invencibilidad y Armonía Universal; lo ocupa Vesey G. Crichton.

Ministerio de Educación e Iluminación. Este Ministerio tiene como función primordial iluminar a los miembros de todas las comunidades. Vernon Katz es el responsable.

Ministerio de Realizaciones y Celebraciones. Dos ministros: Cristinet Quarton y Thomas Quarton.

Ministerio de Prosperidad y Progreso, que desarrolla el éxito vital a través de la educación individual en el «eterno continuum de la consciencia pura». Otra mujer al frente, J. Jemina Pitman.

Ministerio de Información e Inspiración. Potencia todos los impulsos de la información en un discurrir sin aristas cara a alcanzar su meta, sin resistencias. Kirti Shrivastava es su titular.

Ministerio de Todas las Posibilidades: Investigación y Desarrollo. Su función consiste en aplicar la plena consciencia en todas las actividades cotidianas, con Lawrence R. Sheaff al frente.

Ministerio de los Principales de la Era de la Iluminación. Establece los principales de la Era a fin de gobernar el terreno de consciencia, en orden a mantener un orden perfecto, paz y progreso sociales. Es misión de Praveen Shrivastava.

Ministerio de Salud e Inmoralidad. Creará un estado de armonía tal que desaparecerán las causas de las enfermedades. Al menos eso promete Byron P. Rigby.

Ambigüedad

El Gobierno arriba descrito, que como puede apreciarse viene caracterizado por una insospechada ambigüedad de funciones, posee, como no podía ser menos, una filosofía, una Constitución, asambleas y, lo que es peor, un contraste y validez científicas.

En cuanto a la filosofía, se basa en el hecho simple de que la consciencia es el motor de la vida y la administradora de toda acción. Dado que «la acción que proviene del silencio es más poderosa que la emanada de los niveles más superficiales de la existencia de los distintos pueblos del mundo deben ayudar a sus Gobiernos a cumplimentar las nobles aspiraciones de sus constituciones». Así, sin mayores distingos y desde el silencio, el Gobierno Universal mete en el mismo talego a los Gobiernos de la Unión Soviética y de Tanganika, pasando por Washington y Pekín.

Todo se explica, no obstante, cuando se da un breve repaso a la Constitución sobre la que se apoya este Gobierno. En principio, él mismo se autodefine como «expresión eterna de la verdad omnipresente». Desde este punto de vista es fácil comprender que la Constitución del Gobierno Universal abarque todas las constituciones locales, todas las religiones, todos los libros sobre ciencia y arte, la literatura de todas las culturas y, sobre todo ello, la ciencia de la inteligencia creativa. Tamaña ubicuidad puede también resultar sorprendente, pero por fortuna el Maharishi lo tiene todo previsto y al fin y al cabo una Constitución de este tipo tiene la ventaja de ser por su naturaleza «infinitamente estable e infinitamente flexible». Dice también que es «universal en su aplicación y beneficiosa para toda la Humanidad». Cualquier estudiante de sociología y/o antropología esperaría gozoso comprobar los efectos cataclísmicos de semejante maremágnum cultural, pero quedaría tal vez algo defraudado al comprobar que los fines últimos de la misma son lograr la autosuficiencia y la invencibilidad de cada nación, por separado.

Democracia y ciencia

La democracia (del tipo que sea) no parece un concepto que baraje con frecuencia el Gobierno Universal. Pero, a pesar de ello, también poseen sus asambleas. Estas, que son diez anuales, bajo la dirección de cada uno de los ministros, se desarrollan en un ambiente de celebración y aportaciones que no revisten el menor carácter ejecutivo. Eso sí, los participantes vuelven más iluminados a sus casas y ayudan a «propagar la felicidad, la invencibilidad y el progreso de las comunidades».

Todo lo anterior no parece científico en demasía, pero de nuevo ahuyentan nuestras dudas afirmando que se han realizado más de trescientos experimentos en universidades (el movimiento posee su propia universidad, el MERU: Maharishi European Reasearch University) y centros de investigación que prueban los beneficios psicológicos, fisiológicos sociológicos y ecológicos del pensamiento de Maharishi.

La Era de la Iluminación

Aparte de otras consideraciones de tipo ideológico, llama la atención la presunción de un movimiento que sobre las bases descritas pretende, con gran alegría, provocar la dicha universal y ello en un plazo cercano, aunque jamás señalado.

Pero no hay problema; según va pasando el tiempo sin que se cumplan las previsiones, el movimiento señala a cada año con su nombre. Así, por empezar con alguno podemos decir que 1972 fue el «Año del Plan Universal para Resolver los Problemas Seculares de la Humanidad en Esta Generación». 1975 fue, sin que nos enteráramos, el «Año del cumplimiento de tal plan» y al mismo tiempo el «Amanecer de la Era de la Iluminación». 1977 fue el «Año de la Sociedad Ideal». La imaginación humana no conoce límites y puede extrapolarse, con cierta facilidad, que cada año poseerá su adjetivo, con lo cual se ganará en amenidad.

Conscientes (como les es propio) de que todo Gobierno que quiera serlo debe basarse en un poder, el Universal nos define el suyo. Se basa en la consciencia colectiva de casi dos millones de personas que en 140 países practican la meditación trascendental del Maharishi Mahesh Yogui. Debe resultar evidente que tantas mentes sintonizadas poseen un poder inmenso que influye sobre todos y cada uno de los seres de este planeta de forma directa. Y es que la meditación trascendental permite profundizar en nuestra consciencia o, mutatis mutandi, aumentar el número de neuronas en funcionamiento.

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