Primer enfrentamiento político en el pleno municipal

El Ayuntamiento de Madrid celebró ayer por la mañana su primer pleno corporativo, que puede considerarse como político, al presentar el presidente de la junta municipal del distrito de Carabanchel, José Bañales, una moción por la que pedía explicaciones al delegado de Acción Vecinal, Antonio Vázquez, por las declaraciones que, según un matutino madrileño, había realizado a los representantes de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de la Zona Sur, en el sentido de que el anterior alcalde, Juan de Arespacohaga, había prometido realizaciones por encima de las posibilidades municipales y que...

El Ayuntamiento de Madrid celebró ayer por la mañana su primer pleno corporativo, que puede considerarse como político, al presentar el presidente de la junta municipal del distrito de Carabanchel, José Bañales, una moción por la que pedía explicaciones al delegado de Acción Vecinal, Antonio Vázquez, por las declaraciones que, según un matutino madrileño, había realizado a los representantes de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de la Zona Sur, en el sentido de que el anterior alcalde, Juan de Arespacohaga, había prometido realizaciones por encima de las posibilidades municipales y que varios concejales del Ayuntamiento habían servido de tapón a proyectos y actuaciones de interés para el pueblo de Madrid.

El presidente de la junta municipal distrito de Carabanchel, José Bañales, presentó al pleno del Ayuntamiento de Madrid, que se celebró ayer por la mañana en la Casa de la Villa, una moción por la que pedía al nuevo delegado de Acción Vecinal, Antonio Vázquez, explicara a la Corporación las declaraciones que, según una información publicada por el diario El Imparcial, había hecho a los representantes de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de la Zona Sur, que se habían entrevistado con él.Según dicha información, el señor Vázquez les había asegurado a los vecinos que el ex alcalde, señor De Arespacochaga, se había dedicado a hacer promesas a los vecinos durante el tiempo que duró gestión al frente del Ayuntamiento, que no podría cumplir. Además, según los mismos representantes vecinales, había dicho que los concejales del Ayuntamiento se dedicaban a servir de tapón a los proyectos que se presentaban.

Antonio Vázquez comenzó una larga intervención asegurando que «sólo me responsabilizo de las declaraciones que haga personalmente, y no de las que me atribuyan terceras personas».

Después, el delegado de Acción Vecinal comenzó una larga disquisición sobre la función de servicio que deben cumplir todos cuantos trabajan en el Ayuntamiento, y aseguró que «no he entendido, no entiendo ni entenderé nunca el trabajar en el Ayuntamiento sin estar en estrecha y total contacto con todas las personas de esta ciudad. Es absolutamente necesaria una colaboración total sin exclusiones». En este momento de su intervención, fue interrumpido por los concejales señores Del Moral y Hernández Lázaro, quienes le increparon diciendo que «esto no es un mitin» o «déjese ya de florituras». Tras la pequeña interrupción, el señor Vázquez concluyó diciendo que no tiene ningún tipo de reservas mentales y que lo que piensa lo dice directamente.

A partir de ese momento comenzó un largo turno de intervenciones de concejales dedicadas a atacar al delegado. De esta forma, los señores Hernández Lázaro, Del Moral, Reyes, Bañales, Marcos de Lanuza y Puig hicieron uso de la palabra para volver a pedir respuesta exacta a la moción presentada, es decir, que si el señor Vázquez había hecho esas declaraciones o no. El señor Hernández Lázaro, por ejemplo, pidió que «si la prensa ha mentido, que ese señor diga que han mentido como bellacos». Otros concejales dedicaron sus intervenciones a puntualizar que la figura del delegado es puramente ejecutiva de las decisiones que tome el pleno o la Comisión Municipal de Gobierno, y que no pueden excederse de esas funciones, tomando las políticas que corresponden únicamente a los concejales. El primer teniente de alcalde, señor Huete, y el concejal señor Horcajo intervinieron para intentar centrar la discusión. El primero de ellos dijo que compartía la preocupación del resto de la Corporación, pero que consideraba que se tratata sólo de un "incidente lamentable". El segundo insistió en lo que había dicho en otras ocasiones de que la ley Especial de Madrid no servía ni al momento político actual ni a Madrid, y que debía ser rechazada.

La discusión concluyó con una nueva intervención del delegado, quien aseguró que en sus anteriores palabras ya lo había dicho, pero que lo repetía: «No he pensado ni he dicho lo de los tapones ni lo de los expedientes.»