Reunión internacional en Roma sobre la violencia contra las mujeres

Se ha clausurado en Roma una reunión convocada por el Movimiento de Liberación de la Mujer (MLD) en el que han participado 3.000 feministas.Las 3.000 mujeres que concurrieron a esta II asamblea internacional sobre La violencia contra las mujeres, tienen una edad promedio entre los 35 y los 45 años. Casi todas están casadas y son madres. Una tercera parte está empleada en trabajos fuera de la casa y el 7% se ha declarado víctima de la violencia, según una encuesta realizada por el MID.

Para el 51% de las concurrentes a la reunión, la violencia ha sido física, moral y sexual por pa...

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Se ha clausurado en Roma una reunión convocada por el Movimiento de Liberación de la Mujer (MLD) en el que han participado 3.000 feministas.Las 3.000 mujeres que concurrieron a esta II asamblea internacional sobre La violencia contra las mujeres, tienen una edad promedio entre los 35 y los 45 años. Casi todas están casadas y son madres. Una tercera parte está empleada en trabajos fuera de la casa y el 7% se ha declarado víctima de la violencia, según una encuesta realizada por el MID.

Para el 51% de las concurrentes a la reunión, la violencia ha sido física, moral y sexual por parte del marido. Para el 17%, la violencia ejercida ha sido moral, por parte del padre. Catorce mujeres de cada cien entrevistadas dicen haber sido golpeadas por costumbre. Otro 14% declara que los golpes se produjeron al culmen de discusiones y según un 10%, la violencia se lleva a cabo por afirmación de la propia individualidad.

En cuanto a las formas de violencia, según las participantes en la reunión, la violencia física se manifestó en un 60% de los casos como maltrato y sólo en un 2% como violencia carnal.

Violencia en todas partes

Las mujeres reunidas en la asamblea señalaron que la violencia se ejerce en todas las edades, desde la infancia a la vejez. «Para la mujer existe violencia en la familia, en la pareja, en los centros penitenciarios, en los manicomios, en los hospitales, en la publicidad y en las leyes.»Para modificar esta estructura opresiva, señalaron en las conclusiones de este congreso, es necesario cambiar e integrar las normas de los códigos jurídicos. Entre otras cosas, que sea explícitamente reconocido el derecho de las asociaciones legalmente constituidas, cuya finalidad social es constituirse en parte civil en los procesos por violencia carnal.

La afirmación la mujer es belleza ya perdió sentido, se subrayó en esta reunión internacional. No hubo conclusiones oficiales. Las participantes rechazaron por principio todo tipo de codificación de sus reivindicaciones y estuvieron de acuerdo en aceptar todos los canales de lucha.

No ha habido ningún desorden durante estas jornadas. Todo funcionó a la perfección, con las mujeres tomando la palabra cuando lo decidían las moderadoras y sin que en ningún momento se alterara el orden del día.

Una muchacha de Nueva York contó cómo ella y una amiga portorriqueña habían sido esterilizadas. Algunas inglesas ofrecieron documentos escalofriantes acerca de la situación de muchas mujeres golpeadas por sus maridos en su país. La afirmación final fue contundente: «El movimiento feminista no es ente asistencial para mujeres deprimidas. La revolución de la mujer no es como el té de las cinco.»

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