Negociación sobre la fórmula de elección de alcaldes

Una posible solución al enfrentamiento entre los grupos parlamentarios grandes y pequeños en tomo al sistema de elección de alcaldes -el debate sobre el proyecto de ley de elecciones locales continúa esta mañana sobre ese punto en la Comisión de Interior- se aventuraba anoche en medios parlamentarios. Al menos, según pudo saber EL PAÍS, se había entablado una negociación sobre el tema, aunque se desconocían los términos del posible acuerdo, así como si el momento de hacerlo público sería hoy, en la Comisión, o se aguardaría al debate sobre el proyecto de ley en el Pleno del Congreso.Las posici...

Una posible solución al enfrentamiento entre los grupos parlamentarios grandes y pequeños en tomo al sistema de elección de alcaldes -el debate sobre el proyecto de ley de elecciones locales continúa esta mañana sobre ese punto en la Comisión de Interior- se aventuraba anoche en medios parlamentarios. Al menos, según pudo saber EL PAÍS, se había entablado una negociación sobre el tema, aunque se desconocían los términos del posible acuerdo, así como si el momento de hacerlo público sería hoy, en la Comisión, o se aguardaría al debate sobre el proyecto de ley en el Pleno del Congreso.Las posiciones preestablecidas -véase EL PAÍS de ayer- son las de la elección como alcalde del primero de los candidatos de la lista de concejales ganadora (mantenida por UCD y los dos grupos socialistas) y la de que sean los concejales quienes, con posterioridad a su elección, elijan al alcalde. Esta última posición es mantenida, con diferentes matices, por los grupos parlamentarios Comunista, Alianza Popular, Minoría Catalana, PNV y Mixto.

Según el criterio mayoritario de la ponencia, el sistema previsto en el proyecto de ley refuerza la posición del alcalde y la homogeneidad política del equipo directivo del municipio y constituye un factor de clarificación y de coherencia en la determinación de las alternativas electorales.

Las minorías enmendantes expresaron por escrito -y reiteraron el pasado miércoles ante la Comisión- la conveniencia de que el alcalde sea elegido por los concejales, en congruencia con la tradición jurídica española y el derecho comparado, así como para guardar un paralelismo con la elección del presidente de la Diputación -que el proyecto de ley atribuye a los diputados provinciales- y en razón de que al alcalde le interesa contar con el aval y el apoyo de los concejales para poder llevar a cabo su labor.

Las acusaciones hacia la fórmula del proyecto de ley, como favorecedora del bipartidismo y de la polarización política en los ayuntamientos aunque rechazadas por los grupos -afectados, podrían haber dado lugar a una reconsideración del tema por parte de UCD y PSOE.