El presidente de Ensidesa descarta el desmantelamiento de la empresa

El presidente de Ensidesa, José Luis Baranda, desmintió ayer en Oviedo que se vaya a impedir a esta empresa llevar adelante el plan de expansión aprobado por el Gobierno en 1974. También aseguró que no habrá despidos aunque posiblemente una vez finalizado el plan de reestructuración de la siderurgia española sean contempladas algunas medidas que afecten a la reducción del personal.La preocupación existente desde hace días entre los trabajadores de Ensidesa se acentuó ayer con la filtración de un informe supuestamente elaborado por la comisión de Industria, según el cual en este año y en el...

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El presidente de Ensidesa, José Luis Baranda, desmintió ayer en Oviedo que se vaya a impedir a esta empresa llevar adelante el plan de expansión aprobado por el Gobierno en 1974. También aseguró que no habrá despidos aunque posiblemente una vez finalizado el plan de reestructuración de la siderurgia española sean contempladas algunas medidas que afecten a la reducción del personal.La preocupación existente desde hace días entre los trabajadores de Ensidesa se acentuó ayer con la filtración de un informe supuestamente elaborado por la comisión de Industria, según el cual en este año y en el próximo serían suprimidos en Ensidesa unos 1.400 puestos de trabajo, a la vez que el plan de expansión de la siderurgia asturiana quedaría condicionado a la evaluación beneficio-coste de este proyecto comparado con su alternativa de llevarlo a cabo en Sagunto.

Este informe contempla el cierre de las instalaciones de Moreda, el tren comercial de Veriña, los trenes de fleje y chapa gruesa de Mieres, los trenes estructurales y chapa gruesa de La Felguera, las instalaciones obsoletas de coque de La Felguera, Mieres, de sintering en Avilés y la programación del cierre del tren «fteckel» de Avilés, el tren de palanquilla de Veriña, el tren estructural y el de chapa gruesa de Avilés. Otros objetivos de este estudio son completar el plan de expansión 1978-80 e iniciar la consolidación de hornos de coque, sintering, arrabio, acero y desbastes para una producción de siete millones de toneladas año, si bien este proyecto de ampliación podría ser desviado a Sagunto.

En el informe de la comisión, se orienta llevar a cabo en Altos Hornos de Vizcaya un plan de acería y colada continua a partir de 1979, acudiendo al mercado de obligaciones o al crédito público para financiar 20.000 millones de pesetas. Para Altos Hornos del Mediterráneo, el informe aconseja reducir seiscientos empleos en 1979 por jubilación anticipada.

La reestructuración de Ensidesa, Altos Hornos de Vizcaya y Altos Hornos del Mediterráneo parte del desprendimiento de los stocks en las siderurgias para mejorar su liquidez a corto plazo, y de la reducción de la plantilla (1.380 Ensidesa, seiscientos en Altos Hornos del Mediterráneo y un número indeterminado en Altos Hornos de Vizcaya).

José Luis Baranda manifestó en contraste sorprendido por la aparición de este documento cuya existencia afirmó desconocer. «La comisión interministerial -afirmó- no elaboró, que yo sepa, documento alguno. Es más, todavía no empezamos a estudiar el plan de reestructuración siderúrgico». De los anuncios de cierre de instalaciones contenidos en el informe solamente se llevarán a cabo este año, según el señor Baranda, de la factoría de Morera. La producción tratará de acomodarse a las posibilidades de encontrar nuevas salidas a la exportación.

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