Nuevas derrotas del Gobierno británico sobre la autonomía escocesa

El futuro autonómico de Escocia y, con él, el del propio Gobierno laborista británico, que ha hecho de una asamblea escocesa el centro de su programa, peligra tras dos nuevas derrotas del Gabinete en la segunda lectura del proyecto en los Comunes.

Los parlamentarios escoceses decidirán el lunes si continúan apoyando al Gobierno, mientras los ministros implicados estudiaron ayer las posibles repercusiones que tendría el definitivo desplome del proyecto, la semana próxima, en su tercera lectura.

La reiterada oposición de un sector laborista al proyecto ha sido la causa principa...

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El futuro autonómico de Escocia y, con él, el del propio Gobierno laborista británico, que ha hecho de una asamblea escocesa el centro de su programa, peligra tras dos nuevas derrotas del Gabinete en la segunda lectura del proyecto en los Comunes.

Los parlamentarios escoceses decidirán el lunes si continúan apoyando al Gobierno, mientras los ministros implicados estudiaron ayer las posibles repercusiones que tendría el definitivo desplome del proyecto, la semana próxima, en su tercera lectura.

La reiterada oposición de un sector laborista al proyecto ha sido la causa principal de los dos nuevos revolcones. La constitución de una Asamblea en Edimburgo sólo será posible si lo decide en referéndum el 40% del electorado de la región, lo que significa, en términos reales, y dado que el porcentaje se refiere a la totalidad del censo, que por lo menos un 55 % de votantes tendrá que decir «sí», lo que parece altamente imposible.

Sin embargo, el 40 % será mantenido a pesar de que, en opinión del líder de los Comunes, Michael Foot, el porcentaje puede causar una «crisis constitucional seria». En la primera votación, el Gobierno perdió por un margen de 55 votos y por lo menos 44 diputados laboristas votaron en contra de las directrices de lajefatura del partido. Un segundo intento gubernamental para reducir al 33 % el mínimo de «síes» necesarios en el referéndum escocés se saldó con una nueva derrota, esta vez por 45 votos de diferencia, y reprodujo la rebelión laborista.

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