Niño muerto, al hundirse una lancha en la ría de Vigo

Ayer a primera hora de la tarde, cuando efectivos de la Escuela Naval de Marín, comandancia de Marina y Cruz Roja, rastreaban una amplia zona en búsqueda de cadáveres de los veinticinco tripulantes del congelador siniestrado el pasado viernes, a escasa distancia del lugar del suceso se registraba otro accidente marítimo: el choque de una lancha de pasajeros y un pesquero que ocasionó la muerte de un niño, heridas graves a una mujer y lesiones de escasa importancia a otras diez personas.

El accidente, ocurrido a trescientos metros del muelle ha suscitado nuevamente la inseguridad de ...

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Ayer a primera hora de la tarde, cuando efectivos de la Escuela Naval de Marín, comandancia de Marina y Cruz Roja, rastreaban una amplia zona en búsqueda de cadáveres de los veinticinco tripulantes del congelador siniestrado el pasado viernes, a escasa distancia del lugar del suceso se registraba otro accidente marítimo: el choque de una lancha de pasajeros y un pesquero que ocasionó la muerte de un niño, heridas graves a una mujer y lesiones de escasa importancia a otras diez personas.

El accidente, ocurrido a trescientos metros del muelle ha suscitado nuevamente la inseguridad de los miles de personas que a diario cruzan la ría de Vigo en las lanchas rápidas de una de las compañías que cubren el servicio. Numerosos pasajeros, indignados, calificaban el hecho de asesinato, ya que existe la convicción de que el siniestro se produjo por la imprudencia del patrón, al no ceder el paso a un pesquero, contra el que se estrelló. El impacto fue tal que la lancha, con aforo para sesenta pasajeros, se hundió inmediatamente. El capot salió despedido a unos treinta metros de distancia, sujetos al capot fueron rescatados seis de las dieciséis personas que viajaban en la lancha. El resto de los pasajeros fueron recogidos por varias embarcaciones que acudieron inmediatamente en su auxilio.

Los accidentes en la ría, concretamente en la compañía de viajeros que ha tenido el siniestro, son bastantes frecuentes. En el más grave, ocurrido anteriormente, los peritos de la Marina de Guerra calificaron de negligencia grave la actitud del patrón, cuyo comportamiento fue semejante al del responsable del siniestro de ayer. Estas imprudencias reiteradas, el exceso de viajeros y otros problemas del servicio, que comprometen la seguridad de los viajeros, han sido denunciadas reiteradamente.

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