Entrevista:

"Cuando se parte de la libertad es conveniente el pluralismo en la pequeña y mediana empresa"

EL PAÍS: ¿Qué principios defiende la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa?RODRÍGUEZ SAHAGÚN: La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, como sus propios estatutos definen, pretende defender el sistema de libre iniciativa como un elemento fundamental de equilibrio en una sociedad de libertades y como el instrumento más adecuado para la creación de riqueza y puestos de trabajo así como la generación de bienestar económico y social a todo el pueblo español.

Asimismo la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa defiende el papel q...

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EL PAÍS: ¿Qué principios defiende la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa?RODRÍGUEZ SAHAGÚN: La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa, como sus propios estatutos definen, pretende defender el sistema de libre iniciativa como un elemento fundamental de equilibrio en una sociedad de libertades y como el instrumento más adecuado para la creación de riqueza y puestos de trabajo así como la generación de bienestar económico y social a todo el pueblo español.

Asimismo la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa defiende el papel que la pequeña y mediana empresa debe tener en un sistema así, y la necesidad de que tales empresas dispongan de los medios necesarios para cumplir adecuadamente su función socioeconómica. Busca también cooperar con la Administración Pública, sindicatos de trabajadores y las restantes organizaciones empresariales, en orden a conseguir un crecimiento estable y un adecuado nivel de calidad de vida dentro del entorno de paz social necesario.

EL PAÍS: ¿Qué tipos de empresarios y sectores están representados en esta patronal?

R. S.: Como su propio nombre indica, es una organización creada desde la base, con unos planteamientos estrictamente Profesionales y con la participación de unas treinta federaciones y asociaciones territoriales, que representan a unas 300.000 pequeñas y medianas empresas, para hacer frente unidos a la problemática común que tenemos.

Dentro de estas federaciones están representadas empresas del comercio, la industria, la agricultura y los servicios, aunque por supuesto no hay ninguna pequeña empresa adherida directamene a la Confederación Nacional, sino a través de las asociaciones o federaciones miembros.

EL PAÍS: ¿Considera necesaria una patronal de la pequeña y mediana empresa o simplemente la existencia de una patronal? Razones.

R. S.: Las empresas nos unimos para atender los problemas que tenemos. Ex¡sten unos problemas concretos que derivan del tipo de actividad económica que desarrolla la empresa, y para hacer frente a ellos se crean unas organizaciones; sectoriales. Hay otros problemas que corresponden al emplazamiento geográfico, y para atenderlos se forman unas asociaciones o federaciones territoriales de carácter interprofesional. Hay problemas que sólo existen o se agudizan especialmente en las empresas de una determinada dimensión, y para abordarlos en el caso de la pequeña se crean unas organizaciones especiales que les presten la asistencia necesaria. Finalmente, hay toda una problemática común al conjunto de las empresas, cualquiera que sea su actividad económica, emplazamiento o dimensión. Para esta problemática se crea una estructura nacional cupular que aglutine al conjunto del empresario español.

Consecuencia de esta diversidad de problemas es la diversidad de organizaciones empresariales que tienen que existir, como acabo de apuntar .La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa pretende aglutinar a todas las organizaciones empresariales de las pequeñas y medianas empresas españolas con el fin de abordar con suficiente peso su problemática específica existente en el campo de la financiación, la comercialización, la formación, la información, etcétera, a través de un planteamiento de sindicalismo no sólo de representación, sino fundamentalmente de asistencia, de cara a prestar los servicios necesarios y encontrar las soluciones adecuadas.

EL PAÍS: ¿Qué opina de la COPYME?

R. S.: No acostumbro a dar juicios sobre los demás. Entiendo que deben ser los propios planteamientos y acciones de cada uno los que permitan que la opinión pública se forme un criterio. Ahora bien, me parece que la COPYME se equivoca al pretender dividir a la pequeña y mediana empresa de la grande. Las pequeñas empresas españolas y las grandes se complementan y en realidad no podríamos vivir unas sin otras. Entre las pequeñas empresas y las grandes puede haber intereses diferenciales en unos aspectos, pero los hay comunes en otros. Es posible que se deriven en algunos momentos situaciones conflictivas, pero me parece mejor buscar el entendimiento que la confrontación.

En España, más del 99 % de las empresas somos pequeñas y medianas y debemos participar activamente en todos los niveles asociativos -sectoriales, territoriales y nacionales- para que tengamos en ellos el peso específico que, en pura lógica, debe correspondernos.

EL PAÍS: ¿Considera necesarias dos patronales de la PYME?

R. S.: Cuando se parte de la libertad y la voluntariedad de movimientos asociativos empresariales es normal y hasta conviene quizá que se pase por fases de pluralismo; pero en la medida que no se produzcan mezcla de intereses ajenos a los empresariales y se trate de organizaciones estrictamente profesionales acabaremos todos unidos.

EL PAÍS: ¿Es necesaria la identificación política de una patronal?

R. S.: Las organizaciones empresariales deben basarse, en mi opinión, en unos planteamientos estrictamente empresariales. Ello implica la necesidad de una independencia respecto a grupos o partidos políticos concretos, con los que no deben estar vinculados. Ello no supone una indiferencia política, puesto que la defensa de libre iniciativa es ya una opción política, pero sí debe existir un a partidismo. Los empresarios que quieran, como ciudadanos, participar en la política deben hacerlo a través de los partidos, pero en ningún caso deben existir, me parece, identificación política entre partidos y organizaciones empresariales.

EL PAÍS: ¿Qué problemas tiene en la actualidad la PYME? ¿Qué soluciones, ofrece la patronal que preside?

R. S.: Los problemas de la pequeña y mediana empresa tienen aspectos específicos y otros que son simplemente la agudización de problemas comunes a todas las empresas. Algunos de los problemas derivan de las características particulares de las empresas, pero otros son consecuencia del olvido y del abandono derivado de un concepto triunfalista del desarrollo y del gigantismo industrial. Nosotros no aspiramos a que las pequeñas y medianas empresas tengan unas ayudas especiales para mantenerlas artificialmente, sino a que se acabe esta discriminación y exista una verdadera igualdad de oportunidades.

La exposición de los problemas de la pequeña y mediana empresa española nos llevaría páginas enteras, pues los hay de todo tipo (de estructura, de dimensión, de gestión, de financiación y créditos, fiscales, de cooperación, de formación, de información, sociales, tecnológicos, etcétera), pero en un inventario de urgencia destacaría los siguientes:

a) Los derivados de la estructura de nuestro sistema financiero y de la discriminación negativa que ha representado para las pequeñas y medianas empresas españolas, en la financiación y en el encarecimiento del dinero restante, la existencia de los circuitos privados del crédito.

b) La dificultad de acceso a los mercados externos y de ampliar la participación en el mercado nacional por falta de instrumentos adecuados.

c) Los problemas derivados de la localización, infraestructuras, etcétera.

d) El empleo de unas técnicas todavía muy rudimentarias de gestión en un momento cambiante de la economía y de la sociedad, con lo que esto supone de deficiente información y de unos niveles de formación inadecuados.

e) También quiero destacar la gravedad de la problemática fiscal que deriva para los empresarios individuales, que son la grandísima mayoría de este país, como consecuencia de la confusión de sus patrimonios y rentas empresariales y personales, así como el problema que deriva para la pequeña y mediana empresa española de la falta de un tratamiento fiscal adecuado de la autofinanciación.

f) En lo social y laboral la pequeña empresa necesita una mayor agilidad de la legislación, en la seguridad de que así se produciría un efecto multiplicador importante en la creación de nuevos puestos de trabajo.

En el orden financiero tenemos diversos proyectos de sociedades de garantías mutuas y fondos de garantías que se pondrán en práctica en cuanto exista el instrumento jurídico adecuado.

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