No al impuesto de televisores
Acabo de leer la carta del señor Florentino Segundo (12-I-78), y aunque los párrafos anteriores al que quiero comentar dejan no del todo claro ciertas cosas, me lleno de asombro y hasta de rabia cuando leo que «en lugar de tanta publicidad nos pongan a los ciudadanos un nuevo impuesto para financiar el cotarro».Señor Delgado: ¿pero quién cree usted que paga la Televisión Española? Nosotros, los ciudadanos, y nadie más, por dos simples razones:
a) Los presupuestos de TVE, enmarcados dentro de los presupuestos generales del Estado, salen de los impuestos de los españoles.
b) La pub...
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Acabo de leer la carta del señor Florentino Segundo (12-I-78), y aunque los párrafos anteriores al que quiero comentar dejan no del todo claro ciertas cosas, me lleno de asombro y hasta de rabia cuando leo que «en lugar de tanta publicidad nos pongan a los ciudadanos un nuevo impuesto para financiar el cotarro».Señor Delgado: ¿pero quién cree usted que paga la Televisión Española? Nosotros, los ciudadanos, y nadie más, por dos simples razones:
a) Los presupuestos de TVE, enmarcados dentro de los presupuestos generales del Estado, salen de los impuestos de los españoles.
b) La publicidad que se paga a TVE va cargada en el precio de venta de los artículos, como un componente más de éste en términos de costo.
Si encima de ser TVE la primera «chapuza nacional», costeada por todos los españoles de una u otra manera, pretende usted que nos pongan un impuesto más para «financiar el cotarro», me da que pensar que a usted le sobra el dinero y no sabe qué hacer con él y que, además, padece una gran miopía económica.
La solución, señor Segundo, no es la que usted apunta (poner un nuevo impuesto), sino hacer una TVE más honesta y honrada sin publicidad y controlada por los ciudadanos en su totalidad. Nada de iniciativas privadas. Somos nosotros los que debemos hacer nuestra propia televisión y no «ellos» los que nos deben de hacer «su» televisión.
Con ello conseguiríamos, a lo mejor, rebajar los precios de los artículos y ocupar el tiempo de la publicidad en espacios culturales de toda índole (infantiles, de adultos, etcétera). Eso es lo que hace falta en España: más cultura y menos impuestos a gente que bastante ahogada anda ya con un salario base de miseria.