Dimite el Ayuntamiento de Elda

La Corporación municipal de Elda ha presentado su dimisión, en el transcurso de un pleno extraordinario, en el que figuraba como único punto del orden del día la moción en la que expresaba las razones de su dimisión.En dicha moción se señala, entre otros puntos, que «las elecciones del 15 de junio de 1977 fueron el inicio de una nueva época, según la cual, la autoridad sólo debe ostentarse por delegación de las personas sobre las que se ejerce. Ya en su momento se produjeron manifestaciones particulares de miembros de la Corporación en las que se expresaban de forma evidente, la discordancia e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Corporación municipal de Elda ha presentado su dimisión, en el transcurso de un pleno extraordinario, en el que figuraba como único punto del orden del día la moción en la que expresaba las razones de su dimisión.En dicha moción se señala, entre otros puntos, que «las elecciones del 15 de junio de 1977 fueron el inicio de una nueva época, según la cual, la autoridad sólo debe ostentarse por delegación de las personas sobre las que se ejerce. Ya en su momento se produjeron manifestaciones particulares de miembros de la Corporación en las que se expresaban de forma evidente, la discordancia existente entre la realidad política nacida de estas elecciones y la ficción de una Corporación no acorde con esa realidad. Pues bien, esa discordancia ha traído consigo el que no seamos reconocidos ni por las derechas, ni por las izquierdas ni por el centro y que nadie comparta nuestra gestión por falta de representatividad política. Si a todo esto unimos los sucesivos aplazamientos de la convocatoria de elecciones municipales, observaremos que no se ha hecho, ni más ni menos que deteriorar la fiabilidad de los ciudadanos hacia su Ayuntamiento por considerar que ya debía haber cesado y dar paso a quienes democráticamente pueden y deben tratar los problemas del pueblo».

Más adelante señalan que «estamos faltos de apoyo político y de medios físicos para, servir nuestra misión edil y se pretende prolongar artificialmente nuestra interinidad, imponiéndonos una fiscalización, que seguramente, tampoco va a ser consultada. Pretenden convertirnos en administradores asépticos, sin ninguna proyección, aunque sea a corto plazo. Si hay un partido mayoritario en el poder, no quiere ello decir que tengamos que ser servidores de su política, que no nos pertenece».

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En