Pastoral del arzobispo de Valencia contra la opresión

«Por desgracia, sea cual fuere el origen, lo cierto es que al sembrar vientos de desamor, desprecio y opresión, se recogen, por reacción; tempestades de odio y desesperación, dando lugar a la espiral de la violencia», afirma el arzobispo de Valencia en una exhortación con el título «no a la violencia, sí a la paz».«La existencia de la violencia se manifiesta, por desgracia, con excesiva frecuencia y no menor crueldad»

El prelado señala que «al analizar el origen de la violencia salta a la vista, en primer lugar, que procede de personas o grupos arrastrados por un deseo demencial de pode...

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«Por desgracia, sea cual fuere el origen, lo cierto es que al sembrar vientos de desamor, desprecio y opresión, se recogen, por reacción; tempestades de odio y desesperación, dando lugar a la espiral de la violencia», afirma el arzobispo de Valencia en una exhortación con el título «no a la violencia, sí a la paz».«La existencia de la violencia se manifiesta, por desgracia, con excesiva frecuencia y no menor crueldad»

El prelado señala que «al analizar el origen de la violencia salta a la vista, en primer lugar, que procede de personas o grupos arrastrados por un deseo demencial de poder y de tener, que tienden indebidamente a limitar o suprimir la vida de otras personas y aun de sociedades humanas en sus distintas manifestaciones».

También existe la «violencia de los débiles, de aquellos a los que, estando ya privados de ciertos derechos fundamentales, se les fuerza a odiar, privándoles del derecho a participar en la civilización del amor»

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