Ochenta y siete pasajeros se encierran en un avión

Ochenta y siete pasajeros se negaron ayer a desalojar un avión de Aviaco -lo secuestraron, en palabras del comandante- en el aeropuerto de Barajas, pues, al cabo de hora y media de espera para el embarque, y ya una vez dentro, se les informó que no partirían hacia Bilbao, punto de destino del vuelo. La reiterada frecuencia de fallos en los vuelos motivó la postura de los viajeros. Por fin salieron del avión a las ocho de la tarde, después de tres horas de encierro voluntario, con promesa de Aviaco de darles vuelo a las siete y media de la mañana siguiente.

El vuelo 104 de Aviaco, Madrid...

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Ochenta y siete pasajeros se negaron ayer a desalojar un avión de Aviaco -lo secuestraron, en palabras del comandante- en el aeropuerto de Barajas, pues, al cabo de hora y media de espera para el embarque, y ya una vez dentro, se les informó que no partirían hacia Bilbao, punto de destino del vuelo. La reiterada frecuencia de fallos en los vuelos motivó la postura de los viajeros. Por fin salieron del avión a las ocho de la tarde, después de tres horas de encierro voluntario, con promesa de Aviaco de darles vuelo a las siete y media de la mañana siguiente.

El vuelo 104 de Aviaco, Madrid-Bilbao, tenía prevista su salida desde Barajas a las 4.15 de la tarde de ayer. A las 4.30 los pasajeros todavía no habían sido embarcados. A los pocos minutos se les trasladó a un túnel a la espera de un autobús que los llevara a la pista. Después de unos veinte minutos de esperar el autobús, «al aire libre y con mucho frío» -según comentaron los pasajeros-, fueron por fin introducidos en un Boeing DC-9, en lugar del Caravelle que debía haber realizado el viaje. Más tarde supieron que este aparato se había estropeado y tuvo que ser sustituido, según les explicaron, así como igualmente manifestó a EL PAIS el portavoz de la compañía, señor Martínez.Ya dentro del DC-9, a las 5.15 horas de la tarde, el avión inició la marcha de despegue al mando del comandandante Manuel Furió. Pero no llevaba recorridos muchos metros cuando se detuvo. Los pasajeros fueron informados de que «el ocaso oficial del aeropuerto de Bilbao se cumplía a las 5.30 horas de la tarde y ya no daba tiempo a entrar en aquel aeropuerto».

Los pasajeros iniciaron su petición de explicaciones. «Tan sólo las azafatas dieron la cara, pero no podían explicar nada», comentaron luego. Los pasajeros se negaron entonces a salir del avión mientras alguien no les explicara la causa de aquel retraso y cómo podrían llegar a Bilbao lo antes posible. «La primera persona que vino, al pedir nosotros alguien que respondiera a nuestras preguntas, fue un inspector de policía. En vez de venir alguien de Aviaco a aclarar la cuestión se nos envía a la policía y el comandante del avión dice que hemos secuestrado el aparato. »

Finalmente, la compañía accedió a llevar a los pasajeros el. libro de reclamaciones, donde se dejó escrita la protesta y explicó que el aeropuerto de Bilbao, por sus circunstancias climatológicas, ocasiona de cuando en cuando estos-problemas. En este sentido, el aludido portavoz de Aviaco. reconoció «la reiterada frecuencia con que se está produciendo la cancelación de vuelos a Bilbao». «Cierra tan pronto que, cualquier fallo mecánico de última hora impide llegar a tiempo.» Esa reiteradafrecuencia fue estimada ayer por los pasajeros damnificados en un treinta ó 50 % de los vuelos de A viaco e Iberia. Por otra parte, los pasajeros se preguntan: «¿Por qué, si se estropeó el Caravelle no se dieron prisa en embarcarnos en el DC-9 y damos salida al vuelo?». «En vez de eso -añaden- se retrasé más de una hora el embarque y se dio salida a varios vuelos que se dirigían hacia el Sur, sin problemas de mínimos.

A los pasajeros les parece un simulacro el hecho de haber iniciado el despegue- el avión a las 5.15, cuando era materialmente imposible entrar en Bilbao.

A las 7.20 de la tarde, el DC-9 era desocupado del equipaje que portaba y se introducía otra carga. A los pasajeros se les dijo que el vuelo estaba cancelado y que desalojaran. «Alguien comentó -clicen los pasajeros- que ese avión iba a ser empleado en un vuelo a Las Palmas, en el que viajaría el presidente de Aviaco. Nos negamos a salir si antes no se nos garantizaba un vuelo a Bilbao a primeras horas de la mañana. Antes nos habíamos negado a ir en taxi a Bilbao o en tren, como quería la compañía, aunque unos diecisiete aceptaron su propuesta. Pero entendíamos que era necesario demostrar que no se puede estar tomando el pelo al usuario constantemente. Hace unos días querían suspender otros vuelos por falta de aviones, y los pasajeros tuvieron que ir a la pista y tomar un avión. Estas irregularidades son casi cotidianas y no deber ser así. »

A las ocho desalojaron el aparato. Se les dieron billetes para el día siguiente y se les trasladó a un hotel. A partir de ese momento los pasajeros iniciaron la redacción de luna propuesta que elevarán a la Subsecretaría de Aviación Civil. También, una comisión de ellos ha recogido la dirección particular de cada uno de los viajeros frustrados para presentar una querella colectiva contra Aviaco

El incidente del vuelo a Bilbao no fue único ayer en Barajas. Otro vuelo de la misma compañía que debía partir a las tres de la tarde hacia La Coruña fue cancelado por avería del avión e inexistencia de un sustituto. Esta cancelación se comunicó al pasaje una hora después de la fijada para la salida.

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