"El empresario debe aislarse de la política para ser más eficaz sobre ella"

«¿Deben los empresarios participar en política?» Bajo esa interrogante, más de cien hombres de empresa o ligados a ellas, procedentes de diecisiete países, inauguraron ayer un seminario bajo los auspicios del «European Management Forum».

La presencia de Fernando Bertrán, secretario general del Círculo de Empresarios, de Ricardo Medem, director general de John Deere Ibérica; de Vicente Mortes, presidente del Consejo de Administración de Nestlé, y del abogado Antonio Garrigues, presidente de la Asociación para el Progreso de la Dirección, representantes españoles, despertó interés entre l...

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«¿Deben los empresarios participar en política?» Bajo esa interrogante, más de cien hombres de empresa o ligados a ellas, procedentes de diecisiete países, inauguraron ayer un seminario bajo los auspicios del «European Management Forum».

La presencia de Fernando Bertrán, secretario general del Círculo de Empresarios, de Ricardo Medem, director general de John Deere Ibérica; de Vicente Mortes, presidente del Consejo de Administración de Nestlé, y del abogado Antonio Garrigues, presidente de la Asociación para el Progreso de la Dirección, representantes españoles, despertó interés entre la prensa internacional acreditada en Ginebra, más por conocer sus opiniones sobre la situación política española y el eurocomunismo, en relación directa con Santiago Carrillo, que por el tema mismo que se debate en el seminario. El único orador español, Antonio Garrigues, interrogado al respecto por un grupo de periodistas, declaró:

«Yo creo que el eurocomunismo es, sin duda, una especie de trampa que los comunistas buscan tender al sistema capitalista, pero es, asimismo. una trampa que los propios comunistas se están tendiendo a ellos mismos. La verdad es que el eurocomunismo no es otra cosa que un intento de adaptarse a una evolución cultural y sociológica muy importante, como es la europea, y la necesidad de respetar y reconocer la necesidad de más libertades culturales, económicas y políticas.»

En su intervención, el señor Garrigues señaló que el empresario debe aislarse de la política para poder ejercer sobre ella una acción eficaz.

En primer lugar es necesario unificar la acción empresarial y clarificar la misión y las interrelaciones entre patronales, cámaras de comercio y asociaciones de defensa ideológica o de estudios económicos. Sería igualmente deseable, según el señor Garrigues, concentrar los esfuerzos en mejorar la imagen de la empresa. Otro punto señalado consistiría en forzar a la clase política -cuya incultura económica es preciso corregir- a una clarificación de sus posturas en cuanto a sistemas o modelos económicos.

De la misma manera es necesari0 contraponer al estatuto del trabajador el estatuto de la empresa y del empresario, e iniciar un proceso de renovación de la clase empresarial, rejuveneciéndola. Apuntó, por último, la necesidad de institucionalizar la relación con los sindicatos obreros, mediante la creación de una cámara de representación de los intereses económicos.

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